La lesión que sufrió el portero colombiano Kevin Mier en el partido entre Cruz Azul y Pumas del pasado sábado resultó ser más grave de lo que se pensaba inicialmente y, según reportes, lo alejará de las canchas por el resto del año.
La noticia médica no solo encendió la polémica deportiva, sino que derivó en una escalada de violencia y amenazas en redes sociales dirigidas contra el mediocampista panameño Adalberto Coco Carrasquilla, protagonista de la jugada que terminó con la salida del guardameta.
Lo que empezó como un debate sobre la intensidad de una entrada y la decisión arbitral —que dejó a Carrasquilla con una tarjeta amarilla y salvó de la expulsión tras revisión en VAR— se degeneró en mensajes de odio en la plataforma X (antes Twitter).
Usuarios fueron más allá de las críticas deportivas: quedaron consignadas amenazas de muerte, llamados explícitos a la violencia física y la grave filtración de lo que se presume es la dirección particular del jugador de Pumas, según diversas publicaciones en redes.
El punto más alarmante de la escalada fue la divulgación pública de un domicilio atribuido a Carrasquilla.
Varios perfiles, entre ellos seguidores rivales, replicaron esa información y respondieron con mensajes amenazantes; en uno de ellos se llegó a leer: “Yo me encargo de darlo de baja no se apuren”, según capturas difundidas en X que circulan en grupos de aficionados.
Otros comentarios, con un nivel de crueldad extrema, incluso proponían pagar para provocar una lesión severa en la pierna del centrocampista, con el escalofriante objetivo de que “nunca más vuelva a jugar”.
Tras el partido, Carrasquilla ofreció una disculpa: “Quiero pedirle una disculpa a Kevin. Mi intención nunca fue sacarlo del partido, quería cortar la jugada”, declaró el mediocampista tras el encuentro.
Adalberto Carrasquilla llegó este domingo a Panamá y se encuentra concentrado con la selección nacional para los próximos compromisos ante Guatemala y El Salvador.

