La provincia de Colón ha dado muchos y muy buenos atletas en la historia de nuestro deporte nacional, por lo que en esta oportunidad les escribiremos sobre un colonense, de quien poco se habla en nuestro país.
Se trata de Benjamín Ambrosio Oglivie Palmer, mejor conocido como Ben Oglivie, un pelotero que nació en nuestra ciudad atlántica el 11 de febrero de 1949 y luego de desarrollarse como un joven atleta, jugando su deporte favorito en los varios cuadros y estadios de Colón de esa época, un buen día partió hacia Estados Unidos, junto con su familia, buscando nuevos y mejores horizontes.
Luego de terminar sus estudios básicos, a nivel de escuela secundaria, donde tuvo la oportunidad de jugar béisbol, Ben Oglivie logró ser aceptado en Wayne State University, donde además de estudiar, hizo gala de su gran capacidad de juego, especialmente en el aspecto ofensivo.
Oglivie, por sus dotes atléticos demostrados en la universidad, entró en el draft de 1968 y fue seleccionado en la ronda once por su primer equipo en el béisbol profesional, los Medias Rojas de Boston.
Luego de tres años en ligas menores con Boston, el 4 de septiembre de 1971 fue llamado para formar parte del equipo y ese mismo día debutó, bateando como emergente, en un partido celebrado en el histórico Fenway Park. Ben no conectó de imparable y su equipo perdió esa tarde ante los Indios de Cleveland por marcador de 11-9.
Los primeros tres años en las mayores de nuestro héroe de hoy fueron de un rendimiento bastante bajo, por lo que la administración de Boston decidió incluirlo en un canje a los Tigres de Detroit, donde jugó los siguientes cuatro años (1974-1977). Poco después los Tigres lo enviaron en canje a los Cerveceros de Milwaukee, donde Ben Oglivie jugó los últimos nueve años de su carrera (1978-1986) en las Grandes Ligas. Su llegada a los Cerveceros tuvo su efecto positivo en nuestro compatriota pues en este equipo fue cuando empezó a batear con una fuerza que no había demostrado antes. Por ejemplo, en 1979, bateó para .282, con 29 cuadrangulares y 81 carreras impulsadas y en 1980, su año cumbre, logró un promedio de bateo de .304, con 41 vuelacercas y 118 carreras impulsadas.
Es importante resaltar que Oglivie, ese año, fue el líder en cuadrangulares en la Liga Americana, con los 41 batazos de vuelta completa, empatado con el legendario Reggie Jackson.
Otra de las hazañas de Ben es el haber bateado tres cuadrangulares en tres oportunidades diferentes, lo que nos confirma el poder de este panameño en Grandes Ligas.
En sus quince temporadas en las mayores y haber jugado con los Medias Rojas de Boston, los Tigres de Detroit y los Cerveceros de Milwaukee, Oglivie acumuló un promedio de bateo de .273, con 235 cuadrangulares y 901 carreras impulsadas. Poco después, este colonense firmó un contrato para jugar en Japón, esta vez con los Kitntetsu Buffaloes, donde en dos años acumuló un promedio de bateo de .306, con 46 cuadrangulares y 139 carreras impulsadas.
Ben, a su regreso de Japón, trató de volver como jugador a las mayores, pero sus intentos fueron infructuosos. Se le abrieron posibilidades como instructor de bateo (batting coach) lo cual aprovechó desempeñándose con diferentes organizaciones, incluyendo Milwaukee, Pittsburgh, San Diego y Tampa Bay.
Para cerrar, debo informar que el colonense Ben Oglivie en 2012 fue escogido como miembro del Salón de la Fama Latino. Además, fue escogido para el Juego de Estrellas en tres ocasiones (1980, 1982, 1983), en 1980 ganó Bate de Plata y fue líder de cuadrangulares. Su nombre aparece en la pared de honor del estadio de los Cerveceros de Milwaukee.
Ben Oglivie, el otro slugger panameño.