La vuelta del béisbol al estadio Rico Cedeño de Chitré, Herrera, sigue siendo incierta debido a una situación que aparentemente se originó en la pasada administración del Instituto Panameño de Deportes (Pandeportes).
Miguel Ordóñez, actual director de la entidad, detalló la serie de hechos que han llevado a la paralización del proyecto de demolición y reconstrucción del estadio.
La obra, licitada en abril de 2019 por un monto de $5.4 millones y con un plazo de entrega de 18 meses, acumula seis años en ejecución con un avance del 83%.
Sin embargo, ha entrado en un punto muerto debido a excesos en adendas, lo que ha llevado a Pandeportes a considerar una liquidación por mutuo acuerdo con el contratista.
Uno de los puntos más controvertidos es la desaparición del sistema de iluminación del estadio, hecho que la semana pasada criticó el presidente José Raúl Mulino durante su gira por la península de Azuero.
Según Pandeportes, en julio de 2021, durante la gestión de Héctor Brands como director de Pandeportes, se aprobó el retiro de 120 luminarias MUSCO del Rico Cedeño para su instalación en el estadio Rommel Fernández, con el fin de disputar partidos de las eliminatorias mundialistas de Catar 2022.
Ordóñez criticó esta decisión, afirmando que “no puedes llevarte unas luces a la buena de Dios sin considerar el cableado de la iluminación”.
Explicó que el sistema de iluminación del estadio cuenta con cables soterrados y que reinstalar un sistema similar implicaría un costo de aproximadamente $29,400.

El director de Pandeportes también reveló que, desde el segundo semestre de 2021, el contratista envió múltiples notas a la entidad solicitando una solución, pero la administración pasada “dejó el asunto abandonado”.
No fue hasta el 30 de abril de 2024 cuando se aprobó una orden de cambio, aunque, según Ordóñez, Pandeportes ya no tenía facultad para hacerlo en ese momento.
El proyecto, inicialmente licitado por $5.4 millones, ha sufrido un incremento sustancial en su costo, alcanzando los $10.5 millones debido a una adenda de $1.9 millones y un equilibrio contractual por más de $3 millones. Sin embargo, una adenda adicional por $1.2 millones no recibió el aval del Consejo Económico Nacional (CENA).
Ordóñez también señaló que, en agosto de 2023, Pandeportes aprobó la remodelación del estadio Rommel Fernández, que incluyó el reemplazo de las luces HID por LED.
“Parte del contrato del Rommel incluía el reemplazo de las luces, pero las viejas nadie sabe dónde están. No hay rastro”, denunció.

Sobre el futuro de la culminación del Rico Cedeño, Ordóñez aseguró que el plan inmediato es liquidar el contrato por mutuo acuerdo, pagar al contratista su retenido proporcional y las cuentas atrasadas.
Posteriormente, se adjudicará la continuación de la obra por contratación excepcional, un proceso similar al utilizado en el estadio Roberto Mariano Bula de Colón.
“Mientras eso sale, tomaremos alrededor de seis meses para seleccionar a un nuevo contratista. Faltan entre 10 y 11 meses de trabajo. Si tomamos control de la obra, podríamos jugar béisbol en el 2026. Esa es nuestra meta”, concluyó Ordóñez.