La provincia de Bocas del Toro vive una de las crisis más profundas de su historia reciente. La huelga de los trabajadores bananeros ha detenido el pulso económico de la región, extendiendo su impacto mucho más allá de las fincas.
En medio de una pobreza arraigada, la frustración ha encontrado eco en protestas que también están cerrando las pocas puertas que aún quedaban abiertas.
Con una pobreza multidimensional que afecta al 44.1% de su población, y corregimientos como Changuinola y Bajo Cedro con índices superiores al 90%, la situación es alarmante.
Luis Nuques, productor independiente y arrendador de tierras a la empresa Chiquita Brands, describe la situación como un desastre sin retorno.
“Esto es como si hubiera caído una bomba atómica encima de la economía. Se perdieron seis semanas de cosecha y otras seis de preparación de la fruta. No hay banano para exportar, ni siquiera para el mercado local”, lamentó Nuques, quien advierte, en un escenario de completa incertidumbre, que la empresa podría abandonar la región de manera definitiva.
La provincia lleva más de un mes entre cierres de calles, protestas y abandono de las plantaciones de banano. Los trabajadores se oponen a las recientes reformas de las pensiones, pero Nuques advierte que se trata de una plan político para desetabilizar el país.
La actividad bananera en Bocas del Toro depende de un delicado ciclo semanal: cada racimo debe embolsarse con una cinta que identifica su semana de cosecha.
Con más de mes y medio de paralización, las plantaciones se han llenado de maleza, las frutas han madurado en el tallo y los insectos han dañado los racimos que no fueron protegidos.
“Aunque la huelga se levantara mañana, habría que cortar toda la fruta madura y esperar tres meses para poder cosechar algo útil”, explicó.
El impacto se extiende más allá del banano. Sectores como el plátano, cacao, ganadería, turismo, transporte terrestre y fluvial también están completamente paralizados.
“Aquí nada funciona. Es un caos económico total. La gente tiene que coger hasta cinco taxis para moverse, pagando cinco veces más de lo habitual”, denunció Nuques.

A esta situación se suma la incertidumbre sobre la permanencia de Chiquita, que ha decidio liquidar a unos 5,000 trabajadores en la zona. “Si Chiquita se va, quién va a querer venir a invertir en una provincia donde no hay garantías de estabilidad”, cuestionó.
En Bocas del Toro, el 8% de la población es analfabeta, más del doble del promedio nacional, que se sitúa en 3.7%. Una provincia que produce banano para exportación, pero sigue sumergida en la pobreza, se convierte en terreno fértil para disputas que, de acuerdo con algunos, responden a diferencias políticas y manipulación social.
Según el productor, detrás de la huelga hay motivaciones políticas.
“Esto no nació espontáneamente. Aquí está metida la izquierda, junto con el PRD (Partido Revolucionario Democrático), que ha manejado esta provincia por 35 años. Es un movimiento desestabilizador disfrazado de protesta”, denunció.
Francisco Smith es el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Bananera (Sitraibana), líder visible de las protestas ha descartado que exista un tema político detrás de su causa.

En una entrevista que otorgó a Radio Panamá, el sindicalista se desligó de figuras políticas como el diputado perredista Benicio Robinson. “Tenemos cero contacto con el señor Benicio Robinson. Estamos defendiendo el derecho sindical. Siempre hablan de política”, declaró.
A Nuques, por su lado, le extraña que sea posible financiar a unas 1,000 personas todos los días en las calles con los recursos de un sindicato cuyos miembros se han quedado sin trabajo.
Durante todo este tiempo de protestas, Robinson se ha pronunciado tímidamente en dos ocasiones por sus redes sociales, contando un mensaje de este 3 de junio.
Cuando el daño económico ya está hecho, escribió en su cuenta de X: “Considero urgente que la presidenta de la Asamblea Nacional, Dana Castañeda, conforme una comisión especial de diputados que contribuya a mediar en la crisis que vive el país”.
Considero urgente que la presidenta de la Asamblea Nacional, @Danacastanedag conforme una comisión especial de diputados que contribuya a mediar en la crisis que vive el país.
— Benicio Robinson (@BenicioRobinson) June 3, 2025
La tensión social que atravesamos refleja un malestar amplio, vinculado a los efectos de la Ley 462.…
El cierre de vías por parte de los huelguistas ha intensificado el malestar ciudadano en Bocas.
“Tienen al pueblo encadenado, como si estuviéramos en Cuba o Venezuela”, dijo Nuques, refiriéndose al control que ejercen los manifestantes sobre el paso en las carreteras.
En una provincia ya afectada por altos índices de pobreza, rezago educativo y empleo precario, la caída de su principal actividad económica podría tener efectos devastadores a largo plazo.
Si no se logra una solución inmediata, “Esto va a quedar siendo un desierto”, advirtió Nuques sobre Bocas del Toro.