Un nuevo informe del banco de inversión y de servicios financieros, Barclays, sobre Panamá, desnuda los múltiples frentes que tiene abierto el país, comenzando por las presiones sociales y protestas luego de la aprobación de la Ley 462 de la Caja del Seguro Social, el descontento a raíz del memorando de entendimiento con Estados Unidos que involucra al Canal, las incipientes negociaciones sobre la mina de Donoso y el débil panorama fiscal.
El análisis de Barclays señala que se percibe un desgaste del capital político del actual gobierno de José Raúl Mulino.
“La administración de Mulino enfrenta crecientes vientos en contra desde la aprobación de la reforma de pensiones. En los últimos meses, varios grupos han mostrado un creciente descontento público. Primero, en el momento en que la reforma de pensiones fue sancionada el 18 de marzo, algunos sindicatos —particularmente los maestros del sector público y los trabajadores de la construcción (Suntracs)— ya estaban marchando en contra. Contra nuestras expectativas, las protestas han persistido", indica el banco de inversiones con sede en Londres.
Indican que se percibía al inicio que las protestas se disiparían debido a que la ley fue aprobada tras un proceso de consulta pública y múltiples discusiones legislativas, además de que no se incluyó un aumento en la edad de jubilación. “No obstante, las protestas continuaron y se intensificaron a finales de abril con huelgas nacionales, a las que luego se sumaron trabajadores del sector salud”.
Barclays indica que las tensiones sociales se han acrecentado por la percepción negativa del Memorando de Entendimiento (MoU) con Estados Unidos sobre el Canal.
El banco menciona que Panamá ha hecho esfuerzos significativos para calmar las preocupaciones de Estados Unidos respecto al Canal, consolidando este compromiso en el MoU firmado tras una reunión entre el secretario de Defensa de EUA, Pete Hegseth, y el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, el 8 de abril.

Sin embargo, el banco indica que su análisis, que el ruido político sobre el acuerdo con Estado Unidos, sigue siendo elevado.
Barclays advierte que la sugerencia de eximir del pago de tarifas a buques comerciales de Estados Unidos sería una “línea roja” para Panamá.
Menciona que actualmente el tráfico de buques que van con destino a Estados Unidos representan cerca del 75% del tránsito, aunque la mayoría de esas embarcaciones no son de EUA sino de China, Corea del Sur, Japón y Europa.
Además, Barclays indica que a esta situación se debe sumar también el riesgo de una desaceleración económica y mayor proteccionismo en EUA, afectando la ruta comercial con Asia, que representó el 48% del tráfico en 2024.
Atentos a las protestas y efectos en la economía
El banco menciona que se debe seguir monitoreando las protestas.
“Aunque seguimos pensando que las protestas eventualmente se disiparán, el riesgo de una escalada debe ser monitoreado. Aunque la situación aún no alcanza la magnitud de 2023, la población general se ha mantenido al margen, y nuevos grupos continúan uniéndose a las protestas”.
Precisa el análisis que la disminución de las protestas podría ser muy gradual, con riesgos de escalada en cualquier momento.
“Además del posible efecto económico —con industrias como la del banano (principal producto de exportación del país) advirtiendo pérdidas millonarias—, la administración también probablemente será muy cautelosa con las políticas públicas. En particular, los planes potenciales para la mina podrían significar que las acciones concretas se postergarán hasta que el gobierno considere que la situación se ha calmado“, advierte el banco.

En tal sentido, el banco considera que el contexto político presenta riesgos de nuevas demoras para presentar un plan sobre la mina.
"El camino podría ser largo e inestable, ya que cualquier acción que el gobierno anuncie probablemente desencadene demandas judiciales y reacciones en las calles. Por ahora, dichos planes podrían hacerse más visibles hacia finales de 2025, una vez concluidas las auditorías, aunque existen riesgos de retrasos adicionales".
Panorama fiscal débil
Por otra parte, el informe de Barclays reitera la preocupación sobre la debilidad fiscal de Panamá con un panorama poco claro sobre las políticas de recortes del gasto que permitan cumplir con la meta de reducción del déficit fiscal.
“Las autoridades también reportaron un resultado fiscal ligeramente decepcionante en el primer trimestre, lo que subraya la importancia —y la resistencia legislativa— a una reforma orientada a aumentar los ingresos. Seguimos preocupados por el estatus de grado de inversión de Panamá, en un contexto de débil desempeño fiscal, aumento en los niveles de deuda y mayores amortizaciones en el corto plazo“.
Para Barclays se mantienen las proyecciones de un déficit fiscal del sector público cercano al 5.0% del PIB, superior a la meta del Gobierno del 3.88% a 4%.
“La administración podría tener dificultades para anunciar recortes de gastos dada la pérdida de capital político... y ha reiterado que no planea una reforma tributaria”.
El banco refleja la necesidad de que el gobierno de José Raúl Mulino maneje con cautela las presiones que está enfrentando, para preservar la estabilidad financiera y política del país.