La propuesta de reforma a la Ley de Intereses Preferenciales para el financiamiento de las viviendas, presentada por el Ejecutivo a la Asamblea Nacional, da un respiro al sector de la construcción y a los promotores de viviendas, que llevaban más de siete meses en incertidumbre.
El presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac), Alejandro Ferrer Solís, señala que, con las reglas de juego más claras, los promotores y desarrolladores podrán planificar y reactivar, en el corto plazo, los proyectos que estaban suspendidos.
“Se establecen nuevos incentivos según los rangos de precios de las viviendas y, además, no es un beneficio que caduca, por lo que ahora hay reglas claras, y eso debe tener como resultado la reactivación de los proyectos en construcción”, expresó el presidente de Capac.
Optimismo del sector promotor
Por su parte, Elisa Suárez, directora del Consejo Nacional de Promotores de Vivienda (Convivienda), manifestó el optimismo del sector ante la presentación de la ley y abordarán en la Asamblea Nacional la propuesta para mejorarla y presentar las debidas observaciones.
“El sector privado y, en particular, el sector construcción siempre se arriesga, y estoy segura de que buscaremos la fórmula para apoyar de nuevo el acceso a la vivienda para la población trabajadora y de clase media, que tanto lo necesita”, expresó Suárez, al señalar que, al contar con una propuesta legal, se da el primer paso para reactivar el sector.
Agregó que es fundamental que también la banca se comprometa a volver a otorgar financiamiento para el segmento de viviendas de interés preferencial y que a su vez el Estado cumpla con el pago a tiempo de ese subsidio.
Agregó que es fundamental que la banca también se comprometa a volver a otorgar financiamiento para el segmento de viviendas de interés preferencial y que, a su vez, el Estado cumpla con el pago a tiempo de ese subsidio.
El panorama de contracción económica
Desde finales de junio del año pasado, con el vencimiento del Fondo Solidario de Vivienda y la falta de claridad en la continuidad del subsidio del interés preferencial, la banca privada y estatal dejaron de otorgar nuevos créditos en estos segmentos de viviendas. Aunado a eso, las constructoras suspendieron obras o, incluso, en casos extremos, dejaron en suspenso los nuevos proyectos que tenían previsto desarrollar. Todo esto dejó como resultado más de 75 obras paralizadas y el 95% de los proyectos inmobiliarios en el interior del país sin venderse.
El sector estima que se perdieron 12 mil empleos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo, a lo que se suma alrededor de 300 millones de dólares en oportunidades de ventas que no se concretaron.
El presidente de Capac señala que esa situación, además, se refleja en una contracción del crédito que solicitan las empresas de la construcción y también en la morosidad del 10%, reflejada por la Superintendencia de Bancos.
“El sector de la construcción es un gran dinamizador de la economía. Esperamos que tanto la ley de intereses preferenciales como la reactivación de obras de infraestructura puedan revertir la situación que se ha estado reflejando”, dijo, al señalar que también hay indicadores de menor producción de cemento y concreto, así como una reducción en la compra de insumos y, por ende, un impacto en toda la cadena productiva.