El Gobierno de China ha advertido este martes que tomará “contramedidas”, después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara un aumento de los aranceles a los productos chinos desde el 10 al 20%, argumentando que Pekín no ha tomado “medidas adecuadas” para abordar el flujo de opioides sintéticos, incluido el fentanilo.
“China está muy insatisfecha con esto y se opone firmemente a ello. Tomará contramedidas para salvaguardar firmemente sus propios derechos e intereses”, ha declarado un portavoz del Ministerio de Comercio chino a través de un comunicado, antes de instar a Washington a retirar “de inmediato” sus aranceles unilaterales, que ha calificado de “irrazonables e infundados”.
Así, ha pedido a las autoridades estadounidenses que “respeten los derechos e intereses de otros países”, puesto que estas acciones “dañan a otros y a sí mismos”.
“Esperamos que Estados Unidos vea y maneje los problemas de manera objetiva y racional, y regrese al camino correcto de resolver adecuadamente las diferencias a través del diálogo igualitario lo antes posible”, ha manifestado.
La cartera ministerial ha subrayado que “China es uno de los países con las políticas de control de drogas más estrictas y la implementación más completa en el mundo”, mientras que ha afirmado que ambos países han “llevado a cabo una cooperación extensa y profunda en materia de control de drogas”, por la cual han “logrado resultados notables”.
“Sin embargo, la parte estadounidense ‘pasó la pelota’ y ha cometido errores una y otra vez, y ha impuesto aranceles adicionales a los productos chinos exportados a Estados Unidos por motivos relacionados con el fentanilo. Esta práctica ignora los hechos, las reglas del comercio internacional y las voces de todas las partes, y es un típico comportamiento unilateral e intimidatorio”, ha agregado.
Por último, ha reiterado que los aranceles unilaterales aplicados por la Administración de Donald Trump “violan las normas de la Organización Mundial del Comercio y socavan el sistema de comercio multilateral”. “No solo no pueden resolver sus propios problemas, sino que también causarán daño a la cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos, y al orden comercial internacional normal”, ha concluido.