Panamá enfrenta una crisis fiscal sin precedentes, con un déficit que ha alcanzado niveles alarmantes al cerrar en 6,416 millones de dólares en 2024.
Economistas consultados por La Prensa coinciden en que la situación actual no es sostenible y que urge un plan de reducción del gasto, atracción de nuevas inversiones para elevar los ingresos, eliminación de exenciones fiscales y disminución de la planilla estatal.
Los analistas señalan que el problema en Panamá radica en el aumento del gasto sin una estrategia clara de inversión, lo que ha debilitado la capacidad del país para generar empleo y crecimiento.
Sin medidas urgentes, la economía panameña podría enfrentar un deterioro en su calificación de riesgo, lo que podría llevar al país a perder el grado de inversión, advirtió el economista Ernesto Bazán.
“El déficit fiscal de 6,416 millones de dólares para el año 2024 es, en términos nominales, el más alto de toda la historia republicana y refleja el mal manejo macroeconómico que hemos tenido, no solo en la actual administración, sino también en las anteriores, en particular en los cinco años previos. Esto no es sostenible y solo podrá ser cubierto con deuda”, sostuvo Bazán.
Para Fernando Aramburú Porras, la situación de las finanzas públicas es insostenible. “Hemos tocado fondo. No veía un déficit así en la República de Panamá en los últimos 30 años. Es urgente e imperativo realizar una reducción seria y detallada de los gastos corrientes. La planilla no puede seguir creciendo”, planteó.
Asimismo, señaló que se debe acometer una reforma estructural del Estado, reduciendo instituciones, planilla y gastos, además de revisar los incentivos fiscales y las exoneraciones.
“Se deben revisar los subsidios, que son una lista larga, y no todos se justifican ni pueden financiarse. Hay muchos que pueden justificarse, pero no hay recursos para mantenerlos”.

El economista Eric Molino Ferrer coincidió en que es necesario reducir los gastos, eliminar exoneraciones y disminuir la planilla estatal.

“Este es el momento en que debemos tomar esto como un llamado de atención y un llamado a la acción. Hay que implementar medidas más creativas, no solo para dinamizar la actividad económica, sino también para ordenar la casa”, insistió al respaldar la revisión de exoneraciones y algunos subsidios.
Por su parte, el economista Luis Morán considera que el país necesita mejorar sus ingresos, agregar valor a la economía y diversificar las actividades productivas para crear nuevas fuentes de empleo y riqueza.

“Si no hacemos cambios en la estructura económica, definitivamente seguiremos incurriendo en estos problemas de déficit fiscal y caída de ingresos”.
Además, subrayó la importancia de analizar la situación con una visión a largo plazo. “Es necesario realizar cambios en la disciplina fiscal, mejorar el gasto público, elevar los ingresos y fortalecer el entorno para un crecimiento económico estable y sostenible”.
Impacto en el bolsillo de los panameños
El economista Carlos Araúz, señala que el impacto del aumento del déficit fiscal lo comenzarán a sentir los panameños debido a que el país es posible que pierda el grado de inversión en las otras dos calificadoras donde está pendiendo de un hilo como Moody´s y Standard & Poor’s.
“La calidad de vida se va a ver afectada. El efecto de este déficit fiscal tan absurdo y tan grotesco es que lo vamos a humanizar, vamos a humanizar el déficit porque hoy sí el panameño y la panameña van a sentir y en los próximos años el dolor de perder el grado de inversión y cómo la irresponsabilidad de gobernantes nos afectan”, advirtió Araúz.
Considera que no es momento para la retórica ni para pensar en el pasado, ahora se deben aplicar medidas urgentes de ahorro en el Estado, control de gastos superfluos y acabar con las instituciones que no representan un mayor valor para la economía.