El 83% de los trabajadores panameños no se siente satisfecho con su empleo actual, lo que representa un aumento de tres puntos porcentuales en comparación con 2024, cuando la cifra era del 80%.
Este dato se desprende de un estudio de la firma Konzerta, en el que también se revela que un 75% de los trabajadores en Panamá no ejerce la carrera con la que soñaba en su infancia.
Esta cifra coloca al país como el segundo de la región con mayor desconexión entre sueños y realidad laboral en Latinoamérica, superado solo por Argentina (78%).
El impacto emocional de esta desconexión no pasa desapercibido. En Panamá, el 53% de los encuestados afirma sentirse frustrado por no haber cumplido sus metas profesionales de la infancia.
Sin embargo, un 38% asegura no experimentar frustración porque sus intereses cambiaron con el tiempo, y un 10% reconoce que su sueño de niño era demasiado difícil de alcanzar.
A pesar de ello, el 87% de los panameños cambiaría su ocupación actual por la que soñaba de niño si tuviera la oportunidad, lo que evidencia una persistente nostalgia por esos ideales de infancia. Solo el 13% prefiere mantenerse en su puesto actual.

Entre las mujeres, las profesiones soñadas en la infancia incluyen ser médica (27%), profesora (16%), cajera (9%) y periodista, vendedora o policía (5% cada una).
En contraste, actualmente la mayoría trabaja como cajera (36%), vendedora (32%) o profesora (12%).Solo un pequeño porcentaje ejerce en áreas como ingeniería (6%) o diseño (4%).
Entre los hombres, los sueños más comunes eran ser ingeniero o médico (16% cada uno), profesor (14%), arquitecto (7%) y vendedor o futbolista (6% cada uno).
Hoy, sin embargo, el 29% trabaja como vendedor, el 17% como cajero, otro 17% como ingeniero y solo un 5% como médico. El 8% es periodista y el 4% profesor o escritor.
El panorama ha permanecido sin cambios respecto al año anterior, cuando también se reportó un 75% de trabajadores que no alcanzaron sus aspiraciones. En la región, le siguen Chile (74%), Ecuador (73%) y Perú (62%).
En Panamá hay dos corrientes que han ido en crecimiento: la informalidad y el desempleo.
Los números dicen que al cierre de 2024 el desempleo aumentó en casi 50,000 personas adicionales, elevándose a 9.5%. Mientras que la informalidad laboral también se incrementó, alcanzando 770,000 trabajadores.