El Canal de Panamá atraviesa un momento favorable gracias a una combinación de lluvias esporádicas durante los tres primeros meses del año y a una administración eficiente del recurso hídrico recogido en los embalses.
Actualmente, el nivel del lago Gatún —la principal fuente de agua dulce para la operación del Canal— se encuentra en su punto más alto en la historia reciente, lo que contrasta con la difícil situación vivida hace un año, cuando la sequía obligó a reducir el calado y limitar el número de tránsitos de buques diarios por la vía acuática.
De acuerdo con Ayax Murillo Burgos, gerente de Hidrología de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el lago Gatún se encuentra en 86.50 pies, frente a los 80.35 pies registrados para esta misma fecha en 2024. Este aumento de más de seis pies representa un volumen de agua equivalente al embalse de Alajuela en su totalidad, y se traduce en una reserva adicional clave para mantener la continuidad del servicio.
El Canal de Panamá es la única vía acuática en el mundo que opera con agua dulce para la navegación, lo que hace aún más relevante su estrategia de conservación y manejo.

Factores climáticos y pronósticos
Los registros de precipitación indican que los primeros tres meses de 2025 han sido húmedos, es decir, con lluvias, ubicándose en el tercer año más húmedo comparado con 2011 y 2018, los de mayores lluvias después de la Purísima, registrada en diciembre de 2010. Sin embargo, la distribución de las lluvias ha sido irregular: por ejemplo, enero de 2025 superó la lluvia sobre la cuenca, febrero superó el promedio histórico y marzo fue más o menos el promedio.
“Entonces, ¿Cuál es la respuesta? La respuesta es la eficiencia, la escuela y la preparación que tiene el Canal de Panamá, porque lo que el Canal de Panamá está observando también, junto con otras variables globales, es el calentamiento en el Golfo de Panamá”, dijo Murillo.
A pesar de estos niveles hídricos positivos, el Canal de Panamá sigue manejando el recurso con cautela debido a la incertidumbre climática. Las condiciones actuales indican la presencia de una Niña débil o un sistema neutro, pero los modelos meteorológicos internacionales sugieren la posibilidad de un evento de El Niño hacia finales de año, lo que podría traer sequías en la región.
Estrategias de ahorro y eficiencia en el uso del agua
El Canal de Panamá mantiene medidas de ahorro de agua implementadas desde el año pasado. Las esclusas neopanamax, inauguradas en junio de 2016, cuentan con tinas de reutilización que permiten ahorrar un 60% del agua utilizada en los tránsitos.
Actualmente, el uso de esas tinas de reciclaje permite conservar o ahorrar aproximadamente un millón de metros cúbicos o mil millones de litros de agua por día. Este volumen de agua equivale a 400 piscinas olímpicas, si se estima que con 2,500 metros cúbicos de agua se llena una piscina olímpica. Igualmente, esta cantidad de agua ahorrada por día equivale a aproximadamente 100,000 camiones cisterna de 10,000 litros, cada uno.
Además, el Canal ha adoptado estrategias operativas para optimizar el uso del agua, como el llenado cruzado entre esclusas del Canal original. Aunque esta técnica requiere programación específica, está lista para ser aplicada en caso de que las condiciones hídricas se tornen más críticas.
Preparación ante la incertidumbre climática
El Canal de Panamá sigue de cerca los indicadores climáticos globales, como la temperatura del mar en el Golfo de Panamá, que este año se ha mantenido por encima de los valores típicos, en torno a los 27°C.
También monitorea el desarrollo de un Niño costero en Ecuador y Perú, que podría afectar los patrones de lluvia en la cuenca del Canal.
Conscientes de que la gestión del agua es clave para garantizar el tránsito eficiente de buques y el abastecimiento de las plantas potabilizadoras para al menos 2 millones de personas, Murillo reiteró el compromiso de las autoridades del Canal con una administración eficiente y sustentable del recurso hídrico. La estrategia es clara, dijo: ahorrar agua cuando se tiene, para enfrentar con preparación las posibles fluctuaciones climáticas del futuro.
El reto de un nuevo lago
Murillo destacó la importancia de construir el embalse de río Indio como una solución esencial para garantizar el suministro de agua en Panamá. “Si todos los panameños nos unimos, podemos lograr la construcción de este embalse, que sería un paliativo necesario frente a las anomalías climáticas que estamos enfrentando”, explicó.
El lago Gatún se construyó entre 1910 y 1914 a la par del Canal original, mientras que el Alajuela en 1935. Desde entonces no se ha construido otra reserva de agua, mientras las operaciones del Canal y la población han ido en crecimiento.
“Este embalse nos permitirá oxigenar el sistema y asegurar que siempre tengamos agua fresca, cumpliendo con el mandato constitucional del Canal de Panamá de proveer agua en cantidad y calidad tanto para la población como para el tránsito de buques”, dijo.
En conclusión, enfatizó que el apoyo de la cuenca vecina del oeste para trasvasar sus aguas al embalse de Gatún beneficiaría a toda la población, mejorando tanto la calidad de vida como la riqueza del país.