Las tensiones geopolíticas entre Venezuela y Estados Unidos han desatado una crisis en el mercado aéreo, con cancelaciones de vuelos y operaciones desde el 24 de noviembre que han dejado en tierra a más de 15,000 personas sin poder regresar o salir del territorio venezolano a buscar rutas alternas de forma desesperada.
La Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) mantiene una alerta para extremar precauciones y evitar el espacio aéreo cercano al Aeropuerto Internacional de Maiquetía hacia el Caribe, mientras que las autoridades de España y Portugal han instruido a sus aerolíneas a evitar operaciones y viajes a Venezuela.
La respuesta del gobierno de Nicolás Maduro fue revocar los permisos de operación en las rutas hacia Venezuela a las ocho aerolíneas que cancelaron vuelos: Iberia, Air Europa, Plus Ultra, TAP, Turkish Airlines, Latam y Avianca.
Actualmente, la conectividad en Venezuela se limita actualmente a los vuelos entre ciudad de Panamá y Caracas operados por Copa Airlines, algunas frecuencias diarias de Wingo, otras de Laser y Avior desde Bogotá, además de rutas hacia Curazao, operadas por Conviasa y Laser, y otros trayectos de la estatal Conviasa hacia México y La Habana.
En ese contexto, Peter Cerdá, vicepresidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para las Américas, conversó con La Prensa sobre las consecuencias de estas tensiones geopolíticas en la conectividad aérea.

¿Qué piensa la IATA sobre lo que está pasando y cómo afecta a la región?
Es una situación delicada y desafortunada porque las líneas aéreas han tenido que tomar decisiones críticas que impactan al pasajero, y a la carga, y a la rentabilidad de las aerolíneas. Pero, por encima de todo, la industria tiene que asegurar que la operación sea siempre segura y fiable...
¿Qué consecuencias trae esta desconexión aérea?
El impacto es importante. Había una conectividad significativa con Europa:
6,000 pasajeros por semana entre España y Venezuela de las aerolíneas españolas. [A esto se debe sumar las frecuencias de las aerolíneas venezolanas que estaban volando: Laser y Estelar.]
1,500 pasajeros entre Colombia y Venezuela.
Portugal aporta alrededor de 1,000 pasajeros semanales.

Es un impacto que afecta a más de 15,000 a 16,000 personas, especialmente porque la conectividad del país ya era limitada. Se había recuperado algo en los últimos años, pero en los últimos 8 o 9 meses ya se veía una caída.
Hoy, la única conectividad sostenida se mantiene con Panamá y algunos vuelos desde Bogotá hacia Caracas y Valencia. Además, el gobierno venezolano ha tomado medidas contra varias aerolíneas y ha suspendido sus operaciones. Aunque las aerolíneas quisieran recuperar la conectividad, el primer paso lo tiene que dar el propio gobierno venezolano, restableciendo los permisos de vuelo.

IATA pidió reconsiderar la revocatoria de permisos por parte del INAC (Instituto Nacional de Aviación Civil) venezolano. ¿Han recibido alguna respuesta?
Sí, finalmente tuvimos una reunión con las autoridades venezolanas. Fue productiva y lo más importante es que se abrió un canal de comunicación, algo que solicitábamos desde hace más de una semana. Las autoridades están abiertas a cooperar e incluso a revisar el restablecimiento de las aprobaciones suspendidas.
Sin embargo, hay que recordar que la seguridad aérea es la prioridad número uno. El primer paso es que el gobierno devuelva los permisos, pero las decisiones finales las toman las aerolíneas basadas en su análisis de riesgos.
En el caso de España, hay una normativa que impide volar a Venezuela hasta el 31 de diciembre. ¿Qué se espera?
Las aerolíneas españolas, debido a esa notificación, no van a volar a Venezuela hasta el 31 de diciembre. Si no se suspende esa normativa, las compañías no podrán operar hasta esa fecha. Las aerolíneas desean volver al país porque la conectividad es importante, pero estamos en una situación delicada tanto operacional como geopolítica.

Cuando hay notificaciones de riesgo de distintos países —como la FAA para la zona FIR de Maiquetía—, ¿a quién debe hacer caso un piloto o una aerolínea? ¿Es seguro volar o sobrevolar Venezuela?
Las precauciones no solo aplican para vuelos hacia un destino, sino también para sobrevuelos. Hoy, si vemos un mapa de tráfico aéreo, notaremos que la mayoría de los vuelos se mueven alrededor del espacio aéreo de Maiquetía.
La OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), en coordinación con CANSO y la IATA, desarrolló una ruta de contingencia que permite volar de manera segura alrededor del espacio aéreo venezolano. Por ejemplo, vuelos desde Perú, Colombia o Ecuador hacia Europa o Norteamérica están volando hacia Panamá y luego rodeando el espacio aéreo que normalmente cruzarían por Venezuela.
La OACI fue clara: aunque Venezuela es soberana sobre su espacio aéreo, otros países pueden informar a sus aerolíneas sobre riesgos. Y la decisión final la toma cada aerolínea junto con sus equipos de seguridad. . La industria quiere recuperar la conectividad,pero esto solo ocurrirá cuando cada aerolínea determine que sus preocupaciones han sido resueltas.
¿Cómo impactará esta situación en el tráfico aéreo regional, considerando que se venía con buenas cifras y que estamos en temporada alta?
Tendrá un impacto. Las aerolíneas estaban reforzando sus vuelos hacia Venezuela para esta temporada: verano, vacaciones y Navidad.
Si solo consideramos la restricción española hasta el 31 de diciembre, estamos hablando de 6,000 pasajeros por semana que no podrán volar durante 5 o 6 semanas.
Esto afecta a una población muy importante que vive en Norteamérica, América Latina y Europa, y que ahora verá limitado su acceso al país.
Es lamentable, y los ciudadanos que desean volver a casa lo tendrán más difícil.

