En la Panamá postpandemia y según registros del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el 80% de los trabajadores que perdió su fuente de ingreso por la crisis sanitaria tenía menos de 12 años de escolaridad. En contraste, el 85% de los nuevos empleos formales generados en la postpandemia (octubre de 2021 a abril de 2022) requirió trabajadores con más de 13 años de escolaridad. Mientras que el 67% de los nuevos empleos informales generados en ese mismo período involucraron a trabajadores con 11 o menos años de instrucción formal.
Esto plantea un enorme reto, con importantes implicaciones socioeconómicas a corto plazo. Construcción, comercio, industria, logística y turismo concentran tanto la pérdida de empleos formales como la generación de informales, aportan 57% de los empleos privados, dan trabajo a 2 de cada 3 trabajadores con 12 o menos años de escolaridad y no generarán los volúmenes de plazas laborales que crearon en los últimos años.
En este contexto, las debilidades educativas y formativas y la falta de capacitación actualizada, crean las condiciones para la exclusión laboral.
El autor es asesor empresarial y laboral.