Ante el aumento de tensiones arancelarias entre grandes potencias como China y Estados Unidos, expertos regionales advierten que América Latina debe acelerar su integración económica para enfrentar de forma estratégica los impactos de esta guerra comercial.
Durante el Congreso de Comercio Internacional celebrado en Panamá, Giorgio Trettenero Castro, secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), alertó que la región podría verse afectada en varios frentes: incremento de precios por mayores aranceles, desaceleración del crecimiento global, y la posibilidad de una recesión en Estados Unidos.
“Nosotros también exportamos, también hacemos negocios. Si cae el comercio global, nosotros también vamos a sufrir en nuestras exportaciones multilaterales”, advirtió Trettenero. Agregó que la región enfrenta tarifas mínimas de 10% que pueden aumentar según las decisiones unilaterales de otros países.
Además, alertó que si China no puede colocar sus productos en EUA, podría inundar los mercados latinoamericanos con bienes más baratos, afectando la producción local.

En ese contexto, Trettenero insistió en que Latinoamérica debe abandonar el modelo fragmentado de tratados bilaterales y avanzar hacia una verdadera integración regional:
“Nos hemos dedicado a hacer TLCs uno a uno. Somos el 3% del mundo sin Brasil. Si no nos integramos, no vamos a poder competir frente a mercados como China o Estados Unidos, que individualmente representan el 30% del comercio mundial”.
También señaló que la región sigue anclada en la exportación de materias primas sin valor agregado, y que sin inversión en ciencia, tecnología y educación de calidad, seguirá rezagada.

Por su parte, Gustavo Acero Ramírez, vicepresidente adjunto de Estudios Económicos de Bladex, resaltó que a pesar de la incertidumbre global, Latinoamérica cuenta con ventajas competitivas como aranceles más bajos que regiones como Asia, lo que representa una oportunidad relativa que debe aprovecharse.
“Mientras en Asia enfrentan tarifas del 35% al 40%, Latinoamérica parte de un nivel arancelario más bajo, cercano al 10%. Eso nos da una ventaja comparativa que debemos saber usar”, afirmó.
Sin embargo, Acero también subrayó un reto estructural: el bajo comercio entre países latinoamericanos, que apenas representa un 20% del total, frente al 50-60% en otras regiones. “Somos vecinos que nos relacionamos poco”, dijo.
En el caso de Panamá, explicó que su fortaleza está más en el comercio de servicios que en bienes. El país debe aprovechar su rol logístico estratégico a través del Canal, pero también desarrollar capacidades industriales para diversificar su matriz exportadora.
“Panamá tiene que potenciar su sector industrial y al mismo tiempo fortalecer el de servicios. Tiene una ventaja única al conectar dos océanos, lo que debe usarse inteligentemente en este contexto de transformación comercial.”
Ambos especialistas coincidieron en que diversificar mercados, invertir en capacidades locales y fortalecer la cooperación regional serán claves para que América Latina transforme la crisis comercial global en una oportunidad de crecimiento sostenible.