En un informe emitido el 4 de octubre de 2022, la Calificadora de Riesgo Fitch Ratings (FR), reafirmó la calificación soberana de Panamá en BBB- con perspectiva estable, manteniendo el país su grado de inversión. La publicación del reporte coincide con el pronunciamiento del Consejo de la Unión Europea (UE) de mantener a Panamá en su lista discriminatoria de paraísos fiscales.
La valoración de Fitch es positiva y respalda la estrategia financiera del Gobierno. Sin embargo, hace referencia a dos potenciales amenazas al panorama fiscal del país, la crisis social y el programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja del Seguro Social (CSS).
La calificación está respaldada por el alto ingreso per cápita de Panamá, un historial de sólido desempeño macroeconómico con altas tasas de crecimiento e inflación relativamente baja, respaldado por su ubicación y activo estratégicos (el Canal de Panamá).
Esto se ve contrarrestado por una base de ingresos del gobierno relativamente estrecha, un historial desigual de cumplimiento de los objetivos de consolidación fiscal, susceptibilidad a las condiciones financieras globales debido a la dependencia de la financiación externa e indicadores de gobernabilidad que están algo por debajo de la mediana ‘BBB’, particularmente el control de la corrupción.
El informe de Fitch hace alusión específica a las protestas sociales ocurridas en julio de 2022, las demostraciones más significativas de malestar social en el país durante las últimas tres décadas, provocadas por el aumento del costo de vida y los precios de la gasolina. Las protestas revelaron el descontento con las preocupaciones sociales, incluida la pobreza, la desigualdad y los niveles de corrupción.
La calificadora señala que el malestar social puede tener implicaciones fiscales más allá de este año, ya que podría aumentar las presiones de gasto social y reducir las perspectivas de reforma del régimen de beneficios definidos del sistema de pensiones, que permanece en una fase de estudio.
Fitch estima que el déficit del gobierno central de Panamá se seguirá reduciendo. La recuperación económica continúa beneficiando las métricas fiscales, apoyando ingresos superiores a los esperados y un mejor denominador del PIB nominal. Los ingresos fiscales se han comportado positivamente hasta agosto de 2022, superando al PIB nominal, a pesar de las recientes protestas.
Esto ha compensado parcialmente la ausencia de grandes regalías mineras anunciadas a principios de este año, dado que la Asamblea Nacional aún debe aprobar el nuevo contrato necesario para desbloquearlas. Los subsidios a la gasolina (0.2% del PIB) han estado ligeramente por debajo de las estimaciones iniciales del Gobierno dada la menor demanda de gasolina y precios del petróleo más bajos.
La agencia anticipa que la deuda disminuirá solo levemente para 2024, respaldada por una reducción muy gradual de los déficits del gobierno central. Pero el posible mayor endeudamiento del gobierno central para respaldar el sistema de pensiones de beneficio definido es un riesgo a la baja para la trayectoria de la deuda.
La calificadora dedicó una sección de su Informe al Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CSS, señalando que la falta de reforma de pensiones aumenta los riesgos fiscales: El subcomponente de beneficio definido entró en un déficit de efectivo en 2018.
La brecha financiera se ha ampliado desde entonces y aumentará constantemente durante las próximas décadas en ausencia de una reforma de pensiones más amplia. Se espera que el déficit del subsistema de pensiones alcance los $1,180 millones (1.4 % del PIB) para 2024 y agote sus reservas para fines de 2023, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El gobierno central transfiere por ley un monto anual de $140 millones (0.2% del PIB) para respaldar la posición financiera del subsistema, pero es posible que se necesite un apoyo adicional que podría aumentar el déficit del Gobierno y las necesidades de endeudamiento (aunque esto no está actualmente en línea de base de Fitch).
La calificadora no espera que se apruebe una reforma de pensiones en el corto plazo dentro del período de administración actual que finaliza en julio de 2024.
Las elecciones presidenciales, programadas para mayo de 2024, y el reciente malestar social, debilitan el apetito político por la reforma de los ajustes paramétricos.
En resumen, Fitch reitera su confianza en Panamá, pero alerta de los retos que debemos enfrentar para mantenerla y mejorar el clima para las inversiones en el país.
El autor es consultor empresarial.