El principal motor de crecimiento del país enfrenta varios desafíos, advierte Moody’s Analytics en un informe sobre el panorama económico actual en Panamá.
Menciona la agencia calificadora que la economía panameña continuará su recuperación este año, pero su desempeño será decepcionante debido al cierre de la mina de cobre más grande del país y al menor crecimiento del comercio global, lo cual afectará los ingresos por transporte marítimo a través del Canal de Panamá.
“Para complicar aún más las cosas, la amenaza intermitente del presidente estadounidense Donald Trump de confiscar el canal—junto con una incertidumbre más generalizada sobre el destino de la economía global—afectará negativamente la inversión, limitando una fuente clave de crecimiento", menciona el informe de Moody’s Analytics.
Según este reporte, la economía panameña crecería apenas un 3.8% este año, lo que contrasta con otro análisis hecho por otra división de esta firma financiera Moody´s Ratings que indicaba que crecería en 4.5%.
“Aunque esto la coloca entre las economías más rápidas de América Latina, es solo una sombra del crecimiento que el país experimentó en el pasado”.
Además, el análisis de la agencia indica que “sin señales de una reactivación de la mina Cobre Panamá y con el continuo deterioro de las condiciones económicas globales, el periodo de bajo rendimiento económico continuará este año”.
Precisa que aunque el crecimiento de Panamá será rápido en comparación con el resto de América Latina, estará muy por debajo de su potencial, especialmente tras la fuerte desaceleración del año pasado.
“Panamá ha superado al resto de América Latina durante las últimas tres décadas, desacelerándose apenas cuando el crecimiento en la región se detuvo. Aunque los productos básicos, y especialmente el cobre, han ganado importancia en el perfil exportador del país en los últimos años, el sector financiero panameño ha sido durante mucho tiempo su principal fuente de fortaleza”, destaca el informe.
Destaca que el crecimiento en la banca y otros servicios financieros impulsó a la economía a tasas de crecimiento de un solo dígito alto en los cinco años previos a la pandemia.