Desde Puerto Armuelles, el presidente José Raúl Mulino expresó su confianza en que pronto se concrete el reinicio de las operaciones de la multinacional Chiquita a Panamá, luego de que la compañía suspendiera la mayoría de sus labores en Bocas del Toro entre mayo y junio de este año debido a las protestas bananeras.
“Yo espero y confío que dentro de la agenda de mi viaje a Brasil pueda cerrar ya ese compromiso con Chiquita”, afirmó el mandatario, al tiempo que destacó la importancia de recuperar empleos y dinamizar la economía local.
Desde hace varias semanas el Gobierno a través del Ministerio de Comercio e Industias, negocia con Chiquita Brands, para que retome al menos 20% de las operaciones que tenía en Bocas del Toro.
La empresa luego de la paralización de las actividades generada por la huelga ilegal de los trabajadores de las bananeras, anunció a finales de mayo una masiva ola de despidos cuando fueron cesados aproximadamente 5,000 empleados de una plantilla total de un poco más de 6,000 trabajadores.
Esta drástica decisión fue tomada en medio de una prolongada huelga que paralizó las operaciones en las fincas bananeras de la compañía.
Hace un mes, Chiquita Panamá LLC e Ilara Holding INC notificaron que se procedería a dar por terminada la relación laboral a partir del día 18 de julio de 2025, de los 1,189 trabajadores diarios que mantenían relación laboral vigente con las compañías.
La paralización de las operaciones de Chiquita dejó a Bocas del Toro en desolación. Chiquita canceló los contratos de alquiler de cinco fincas operadas por la concesionaria Ilara Holdings. De hecho, cuando se reportaban las protestas en Bocas del Toro, Chiquita anunció el cierre progresivo de esas fincas.
Ahora el presidente Mulino intenta lograr un acuerdo para que la multinacional retorne nuevamente.