El presidente José Raúl Mulino ordenó redoblar el paso en la auditoría integral sobre la concesión de los puertos de Cristóbal y Balboa, tras la venta de estos activos por parte de Hutchison a un consorcio liderado por BlackRock.
“Solicite a la Contraloría en paso redoblado en los auditos sobre esa concesión y el apoyo que está recibiendo de la DGI para tema fiscal”, manifestó el mandatario.
La revisión abarca tanto los aspectos legales y contractuales de la concesión, como su comportamiento fiscal desde su inicio en 1997, dijo Mulino durante la conferencia semanal.
El pasado 4 de marzo, se anunció un principio de acuerdos por los cuales el consorcio BlackRock-TIL adquiere la participación del 90% de Hutchison Ports Holding en Panama Ports Company, que opera los puertos de Balboa y Cristóbal, además del 80% de otros 43 puertos a nivel global de la compañía hongkonesa.
Mulino recordó que el administrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), Luis Alberto Roquebert, solicitó el pasado lunes al gerente general de Panama Ports toda la información financiera, contractual y legal del acuerdo.
“Eso tiene que llevar el visto bueno del Ejecutivo”, afirmó el mandatario, quien señaló que la transacción no se realizó directamente con Panama Ports, sino a nivel de holdings, la empresa matriz dueña del capital accionario. “Por eso se cerró en Hong Kong”, aclaró.
El acuerdo, valorado en más de 22 mil 800 millones de dólares, se produce en un contexto de tensiones entre Panamá y Estados Unidos, luego de que el expresidente Donald Trump amenazara con recuperar el control del Canal de Panamá, alegando presunta injerencia china en la región.
Mulino explicó que, aunque tenía conocimiento de que se estaban llevando a cabo conversaciones sobre la venta, no conoció la magnitud de la transacción hasta el domingo de Carnaval.
“Siempre supimos de cuatro empresas interesadas; una compitió y se llevó la venta”, afirmó. El gobernante también dijo que “la transacción de Panamá es aparte”. Es distinta a la de los demás puertos, añadió sin profundizar en este tema.
Días atrás, Hutchison aseguró que la venta es resultado de un “proceso competitivo” con múltiples ofertas y que la transacción “es de naturaleza puramente comercial y no tiene ninguna relación con las noticias políticas recientes sobre los puertos de Panamá”.