Panamá está exportando más de 22 contenedores mensuales de harina y aceite de pollo a Centroamérica, materia prima que se utiliza en la elaboración de alimentos para perros, gatos y peces.
Lo que inició en 2004 como un proyecto para reducir los desperdicios que diariamente se trasladaban al vertedero de Cerro Patacón, hoy día es ejemplo de la efectividad de la economía circular.
La empresa Recuperación de Proteínas (Redeprosa) procesa diariamente más de 250 mil libras entre vísceras, plumas y sangre de pollo, y demás partes que no se consumen o tienen baja demanda, como las patas de gallina.

Elías Tuñón, gerente general de Redeprosa, comenta que las partes que no se consumen, así como aquellos ejemplares que son descartados para consumo humano, se procesan para elaborar harina y aceite de pollo, materia prima en la elaboración de alimentos para animales domésticos o producción industrial, como en la acuicultura.
Inicialmente, Melo realizó la inversión en la planta para procesar los despojos de su producción diaria de 40 mil pollos, pero un año después Toledano, que también procesaba 40 mil pollos diarios, se unió al proyecto, ya que tampoco contaba con las instalaciones para procesar las partes que no eran para consumo humano.
“Lo que inició como un proyecto para atacar un problema ambiental y de salud pública, porque se descubrió que los pepenadores rescataban los pollos que eran descartados por las plantas para consumo humano y posteriormente los vendían, hoy día es una empresa rentable y uno de los principales proveedores de harina y aceite de pollo de la región”, comentó Elías.

Actualmente, la gran mayoría de los contenedores que son exportados desde Panamá son enviados a Honduras, donde la empresa Cargill utiliza la harina y aceite de pollo en la elaboración de alimentos para gatos y perros, muchas de ellas se comercializan en Panamá bajo importantes marcas.
También un porcentaje de la producción panameña se queda en Costa Rica, donde existe una alta demanda de alimentos para mascotas, en especial para perros.
Tuñón señala que las patas de gallina que no se logran comercializar también se utilizan en la elaboración de harina y aceite. Comenta que, a excepción de Bocas del Toro, Colón y algunos sectores de la provincia de Panamá —zonas donde hay presencia de la comunidad china—, sí hay un alto consumo de patas de pollo, mientras que en el resto del país la demanda es baja o nula.
Dos líneas de producción
Aunque desde el inicio Redeprosa contó con dos líneas de producción, solo una —la destinada a procesar vísceras— estuvo operativa desde 2004. No fue hasta 2015 que se puso en marcha la línea de procesamiento para aprovechar las plumas y la sangre.
En 2014, uno de los principales productores avícolas estadounidenses no pudo continuar suministrando harina y aceite de pollo a Centroamérica, sitial que fue ocupado por la empresa panameña, que pasó de exportar 6 contenedores mensuales a 12, y actualmente coloca toda su producción en el mercado regional.
“En Redeprosa no generamos desperdicios. Todo el material que se recibe de los socios es aprovechado para la elaboración de la materia prima utilizada en la elaboración de alimentos para animales”, destacó Tuñón.
El año pasado, la empresa recibió el Galardón Exportación Sostenible, otorgado por la Asociación Panameña de Exportadores (APEX), por los procesos que ejecuta para reducir la huella ambiental, evitando a través de su operación la generación de desechos.
Tuñón comenta que, de todos los productos que son exportados por Redeprosa, el aceite de pollo es el más rentable, ya que se utiliza para recubrir el alimento para perros y gatos.
“Se debe cuidar la acidez del aceite. Si es muy alta, el animal puede percibir que el producto está dañado y no lo consumirá. En las pruebas realizadas por los fabricantes que adquieren nuestras exportaciones, siempre los alimentos que son elaborados utilizando nuestros productos tienen una alta aceptación”, comentó el gerente general de Redeprosa.
Añade que, a diferencia de otros productores en Panamá, la cercanía entre las plantas de procesamiento y las instalaciones para aprovechar los desperdicios permite mantener la calidad del producto, evitando su descomposición.
A nivel global, el mercado de productos obtenidos por rendering avícola —actividad que desarrolla Redeprosa— continúa creciendo. Se estima que generará más de 7,315 millones de dólares en 2025, y que podría superar los 10,072 millones de dólares hacia 2035, impulsado por la creciente demanda de proteínas animales para nutrición de mascotas y acuicultura.
De las dos líneas de producción, la destinada al procesamiento de sangre y plumas todavía tiene capacidad ociosa, contrario a la utilizada para vísceras, por lo cual la compañía está en proceso de aumentar su capacidad instalada.
Tuñón reconoce que, desde 2004 hasta la fecha, ha sido un proceso de aprendizaje constante para encontrar los equipos adecuados que permitan convertir los desechos avícolas en materia prima para la elaboración de alimentos para mascotas, ya que la harina debe contener un 65% de proteínas.
Indica que, en un inicio, la empresa decidió regalar su producción de harina obtenida de plumas y sangre, debido a que tenía un bajo contenido proteico; sin embargo, señala que actualmente ya tienen vendida toda la producción de ambas líneas correspondiente al segundo semestre de 2025.