La salida de Panamá de la lista de países de alto riesgo por lavado de dinero de la Unión Europea fue una noticia alentadora, pero no definitiva.
La embajadora de la Unión Europea en Panamá, Izabela Matusz, conversó con La Prensa sobre los desafíos que tiene el país.
La diplomática advierte que el país debe mantener un esfuerzo constante para evitar reincidir y avanzar en otros frentes pendientes, como su inclusión en la lista de paraísos fiscales. Además, resalta los proyectos de cooperación estratégica en los que ya trabaja el bloque europeo con el país, desde la transformación energética hasta el desarrollo del hub marítimo verde.
Precisa que la tarea pendiente es salir de la lista de paraísos fiscales y lograr cumplir con exigencias en materia de vigilancia para evitar la pesca ilegal de la flota pesquera abanderada en Panamá.
Embajadora, Panamá logró salir de la lista de lavado de activos de la Unión Europea. ¿Qué reflexión le deja ese resultado?
Yo me siento feliz y aliviada porque nosotros hemos cumplido, Panamá ha cumplido ya hace rato, como dije, y nosotros desde la institucionalidad de la Unión Europea pudimos hacer justicia a Panamá para que saliera de esta lista de países de alto riesgo para el lavado de dinero.
¿Qué le queda al país para no volver a entrar en este tipo de listas?
Hay que destacar que esta lista tiene un objetivo bien concreto, que es la lucha contra el crimen organizado y lavado de activos. Esta lucha es mundial, es global. El crimen organizado cambia, el crimen organizado encuentra nuevas maneras de funcionar.
Siempre, lamentablemente, los gobiernos, instituciones, estamos unos pasos atrás, detrás del crimen organizado. Entonces puede ser que en el futuro, en todo el mundo, no solo para Panamá, para todo el mundo habrá otras exigencias para estas listas. Esto es dinámico.
Entonces hay que vigilar la situación, hay que ser transparente, tener unos mecanismos, y después ver que también hay otras exigencias para todo el mundo en la lucha contra el crimen organizado. Entonces es muy importante saber que este trabajo es continuo, no es que uno lo hace para toda la vida. El trabajo es continuo para todo el mundo, para todos los países incluyendo Panamá.
Hay que seguir evaluando nuestras herramientas en luchas contra el crimen organizado.
Nosotros hemos acompañado a Panamá con nuestro proyecto EU Global Facility para salir de la lista de lavado de activos.
Ahí los expertos venían a Panamá y trabajaron con panameños para poder cumplir los requisitos del GAFI.
Panamá todavía está en otra lista que tiene que ver con paraísos fiscales, temas de intercambio y requerimiento de información tributaria.
En la segunda lista, que son los países no cooperantes en materia fiscal, ahí tenemos dos criterios que Panamá debería cumplir si quiere salir de esta lista.
El primer criterio tiene que ver con la evaluación del Foro Global de la OCDE. Ahí el Foro Global establece unos requisitos sobre intercambio de información a pedido. Entonces no es un intercambio de información automático, como por ejemplo Panamá tiene firmado con Estados Unidos, es un intercambio de información cuando se requiere.
Nosotros en la Unión Europea, en varias de nuestras políticas estamos apoyándonos en el trabajo de las organizaciones especializadas. En este caso, para nosotros, la evaluación del OCDE sobre el intercambio de información es algo que aceptamos. Y si Panamá en el Foro Global del OCDE tiene una evaluación satisfactoria, ahí la Comisión Europea lo acepta. Y es uno de los criterios que hay que cumplir.
El segundo criterio tiene que ver con el régimen fiscal. Panamá tiene un régimen territorial fiscal. Esto no es simplemente singular para Panamá, hay varios países en el mundo que tienen un sistema territorial, significa que se pagan impuestos sólo sobre las actividades que son ejercidas en Panamá.
Pero para cumplir con este criterio habría que revisar si Panamá puede introducir algunos mecanismos en su sistema territorial de impuestos para minimizar la posibilidad de evadir los impuestos.
En este caso nos interesan los europeos que se registran con sus empresas o como personas privadas, como residentes de Panamá, y aprovechando el sistema territorial fiscal no pagan impuestos ni en Panamá porque no tienen actividades en Panamá, pero tampoco en Europa porque están registrados en Panamá.
Entonces son estas cosas que, por supuesto, con todo respeto a la soberanía del país, lo hemos logrado con otros países que tienen un sistema territorial muy parecido, y entonces esperemos que algún día, si Panamá decide salir de la lista de los impuestos, eso también sería posible.
¿Han ustedes contabilizado cuánto se evade en impuestos por esa vía para el caso de Europa?
No tengo estos datos. Los manejan más bien los ministerios de Finanzas de los países miembros, porque por supuesto no es lo mismo el caso de cada país miembro. Pero la lista fiscal, a diferencia de la lista de lavado de activos, tiene esta característica: que acá la Comisión Europea no es una institución que lo lidera, lo lideran los ministros de Finanzas de los países miembros.
Ellos tienen un grupo de trabajo, se reúnen periódicamente en el grupo de la buena conducta y ahí deciden sobre la lista y sobre los requisitos. Entonces son los ministerios de Finanzas o haciendas de países miembros los que deciden.
¿Hay una evaluación próximamente entre octubre y otra que se hace en febrero de este grupo de ministros?
Sí, hay dos reuniones —bueno, hay más reuniones— pero las reuniones de evaluación hay dos al año, y en octubre habrá la próxima.
En la última reunión de evaluación de la lista, en febrero, había una mención positiva de Panamá por el criterio número uno, que tiene que ver con intercambio de información a requerimiento, porque Panamá se ha comprometido a hacer los trabajos con su sistema de intercambio de información y pedir una evaluación al Foro Global de la OCDE. Entonces para nosotros ya es una señal de que hay una voluntad política para mejorar el criterio de intercambio de información.
¿Faltaría lo de evitar la evasión de impuestos?
Sí, faltaría el ajuste al sistema fiscal de Panamá, pero como dije, esta es una decisión de Panamá, es una decisión soberana de cómo lo quiere hacer.

Otro pendiente es la clasificación de tarjeta amarilla que se dio para la identificación de los países que están luchando contra la pesca ilegal no reglamentada. ¿Cómo está ese camino de Panamá para pasar a tener entonces finalmente una tarjeta verde?
Bueno, este camino ya toma varios años, y Panamá es la segunda vez que tiene una tarjeta amarilla por parte de la Comisión Europea en la pesca ilegal no reglamentada y no regulada.
Entonces estamos en buenas conversaciones de trabajo. Ahí en Panamá la institución que lidera es ARAP, pero también Autoridad Marítima de Panamá, por supuesto, tiene mucho que ver, MIDA, Ministerio de Asuntos Exteriores, Ministerio de Comercio e Industrias están involucrados.
Tiene un grupo de trabajo, una comisión que se ocupa de eso, y estamos en continuas reuniones técnicas con Bruselas, tanto virtuales como también hace algunas semanas había un equipo también de ARAP reuniéndose con la Dirección General de Mar en la Comisión Europea.
Ahí el trabajo es bastante complicado. El desafío, creo que más grande, es el control de la flota internacional de Panamá, porque Panamá tiene un registro de buques enorme, más de 8.600 buques. No todos, varios de ellos, son de pesca, y entonces estamos también hablando tanto del control de la pesca en los mares de Panamá, pero también una gran parte es el control sobre la flota que opera en otras áreas del mundo.
¿En qué otras áreas se están enfocando en trabajar con Panamá más allá de las listas?
Me siento aliviada con la salida de la lista de lavado de activos, porque ahora puedo señalar más los temas que son importantes para nosotros.
Nos interesan muchísimo los proyectos transformadores que tiene el gobierno del presidente José Raúl Mulino, y eso perfectamente encaja en nuestra estrategia Global Gateway. Queremos enfocarnos en la transición energética, transición digital y también —y esto es un rubro, creo que para todos, bastante, no quiero decir nuevo— pero muy prometedor: el desarrollo de la industria marítima en lo que son los combustibles marítimos alternativos.

Panamá tiene un potencial muy enorme de ser un hub de nuevos combustibles marítimos. Hay unos compromisos dentro de la Organización Marítima Internacional sobre bajar las emisiones en el transporte marítimo. Nosotros, desde la Unión Europea, estamos muy interesados en crear con el tiempo corredores verdes, corredores verdes marítimos entre Unión Europea y todo el mundo, y Panamá, por supuesto, está en el mapa.
Hay puertos en Unión Europea que ya directamente están trabajando con el Canal de Panamá o AMP. Por ejemplo, el puerto de Algeciras en España, pero también una naviera muy grande —una de las más grandes del mundo— Maersk, que es una naviera de Unión Europea.
Entonces toda esta industria marítima está mirando hacia Panamá para poder trabajar como un hub de combustibles marítimos, y nosotros también, desde la Unión Europea, queremos acompañarlos con nuestra asistencia técnica, los expertos, análisis, y eso también encaja en la estrategia que AMP, Autoridad Marítima de Panamá, tiene para el desarrollo de la industria marítima.
De la transformación energética, cabe destacar nuestro interés por la interconexión energética entre Colombia y Panamá, y también ya estamos bastante involucrados —y ahí también trabajamos con otros países de América Central— en el mercado eléctrico regional.
¿Ya se tiene un monto dirigido a Panamá?
No hay un monto dirigido a Panamá. El Banco Europeo de Inversiones no es tan conocido en el mundo, digamos, porque el 90% de sus operaciones están dentro de la Unión Europea.
Pero la parte global del Banco Europeo de Inversiones está dispuesto a abrir los préstamos a Panamá, y todos los ministros de Finanzas del mundo saben que ahí están las tasas más favorables, porque es un banco bien exigente y solo financia proyectos que pueden cumplir con los requisitos medioambientales.

Pero el Banco Europeo de Inversiones era uno de los prestamistas de la ampliación del Canal de Panamá. Ahí fue medio millón, de 500 millones de dólares.
Cuando Panamá salió de la lista, se dijo que esto ayudaría a traer más inversión europea, mayor acercamiento con corresponsales bancarios y facilitar las transacciones financieras. ¿Esto es correcto?
Es correcto, porque cuando un país está en la lista de lavado de activos, en bancos de capitales, ahí los bancos tienen que hacer una debida diligencia adicional.
Entonces, por supuesto, esto también significa costos para bancos de ambos lados, tanto panameños como europeos. Saliendo de esta lista, definitivamente se mejoran las condiciones de transacciones financieras. Entonces esto definitivamente ayuda a los dos lados.