Franz Delgado, arquitecto de profesión y pintor, se adentró en el corazón del Canal de Panamá para capturar con su arte un momento único.
En solo una hora, logró plasmar en un lienzo la imagen imponente de una compuerta flotante que retenía las aguas del lago Gatún, mientras se llevaban a cabo trabajos de mantenimiento en la cámara seca de las esclusas de Pedro Miguel, del lado oeste del Canal.
Inspirado por el entorno y movido por un profundo sentimiento de patriotismo, Franz decidió convertir esta escena en una obra que refleje el compromiso y la capacidad de los panameños para operar y cuidar esta vía interoceánica. “Quise dejar testimonio de que el Canal está en buenas manos”, expresó.
Su pintura no solo retrata una estructura, sino también el orgullo de una nación que mantiene viva la principal empresa de los panameños y una de las mayores obras de ingeniería del mundo.
