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Puertos: razones políticas y financieras; algunos datos del acuerdo entre BlackRock y CK Hutchison

Puertos: razones políticas y financieras; algunos datos del acuerdo entre BlackRock y CK Hutchison
Uno de los puertos que opera el consorcio chino es el de Balboa. LP/Alexander Arosemena

La venta de 43 puertos por parte de CK Hutchison a BlackRock ha sido una de las transacciones más sorprendentes en el sector portuario en las últimas décadas. Con un valor estimado de $22 mil millones, esta operación cambia el panorama del comercio global y reconfigura la competencia en un sector que se considera altamente rentable y extremadamente difícil de ingresar.

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Administración Trump estaba al tanto de las negociaciones para la compra de HutchisonBlackRock Inc.: el consorcio que tiene un acuerdo para adquirir la compañía que opera los puertos de Balboa y CristóbalBlackRock llega a un acuerdo con Hutchison Ports, incluyendo la compra de Panama Ports

El negocio portuario es uno de los más codiciados a nivel mundial debido a su capacidad de generar ingresos estables a largo plazo y a las altas barreras de entrada, que incluyen costos de infraestructura, regulaciones estrictas y la necesidad de concesiones gubernamentales a largo plazo. Es por eso que la venta de una cartera tan grande de puertos en una sola transacción no solo es inusual, sino que representa una oportunidad única para BlackRock y sus socios de consolidar su presencia en el comercio global.

Las negociaciones se llevaron a cabo con una rapidez inusual, durando apenas unas semanas, según Financial Times. En cuestión de días y mediante reuniones virtuales y llamadas telefónicas, se cerró el acuerdo en principio con BlackRock y sus socios Global Infrastructure Partners (GIP) y Terminal Investment Limited (TIL). La operación fue supervisada por Goldman Sachs, uno de los grupos de banca de inversión más grandes del mundo, y atrajo el interés de figuras clave como Larry Fink (BlackRock), Adebayo Ogunlesi (GIP) y Diego Aponte (MSC), uno de los gigantes del transporte marítimo.

Factores políticos y financieros detrás de la venta

De acuerdo con el Financial Times, CK Hutchison tomó esta decisión debido a una combinación de presiones financieras y políticas. En los últimos cinco años, la empresa china ha sufrido una caída del 40 % en su valor de mercado, lo que la llevó a replantear su estrategia y desprenderse de parte de su cartera portuaria.

A esto se suma la creciente presión política. Desde su llegada a la presidencia de EE.UU., Donald Trump manifestó su interés en reducir la influencia de China en el sector portuario, especialmente en el Canal de Panamá. Según el Financial Times, Trump ya tenía conocimiento de esta operación antes de que se anunciara públicamente. En una reunión privada, fue informado sobre la transacción, lo que refuerza la teoría de que este acuerdo tiene implicaciones geopolíticas más allá del aspecto comercial.

Esta transacción no solo representa un cambio de manos en la propiedad de puertos estratégicos, sino que también se enmarca en la competencia global entre EE.UU. y China. En los últimos años, Washington ha intentado contrarrestar la creciente influencia china en América Latina, y el sector portuario, clave para el comercio internacional, se ha convertido en un punto de disputa.

¿Cómo afecta esta venta a Panamá?

En Panamá, la relación de CK Hutchison con el gobierno ha sido duramente cuestionada. La empresa opera los puertos de Cristóbal y Balboa, y su contrato de concesión fue extendido por 25 años sin mejoras en las condiciones para el país, a pesar de que la decisión se tomó después de la expansión del Canal de Panamá y en medio de dudas sobre la transparencia de la compañía.

Actualmente, existen dos demandas pendientes:

  • Una demanda de inconstitucionalidad contra el contrato de concesión.

  • Una demanda contencioso-administrativa en la Corte Suprema contra la prórroga a la concesión portuaria.

Aún no está claro cómo la compra por parte de BlackRock afectará estos procesos ni si se modificarán los términos de la relación entre el operador y el Estado panameño. La entrada de un nuevo jugador como BlackRock podría significar cambios en la relación con el gobierno, pero también deja abierta la interrogante de si se mantendrán las condiciones actuales de la concesión o si habrá una renegociación.

Para CK Hutchison, los ingresos obtenidos de la venta podrían destinarse a nuevas adquisiciones. La compañía ya ha manifestado su interés en el sector de servicios públicos y recientemente presentó una oferta para adquirir Thames Water en el Reino Unido.


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