La creciente demanda de agua potable y el impacto del cambio climático obligan a Panamá a buscar nuevas fuentes hídricas para garantizar el suministro a la población y el funcionamiento del Canal.
Para la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), el proyecto de río Indio se presenta como la opción más viable y estratégica, según explicó Ilya Espino de Marotta, subadministradora de la vía, quien reconoce que la creación de un embalse en la zona no solo implica una solución técnica al problema del agua, sino también el desafío social más complejo del proyecto: la reubicación de cientos de familias que hoy residen en el área.
¿A dónde podrán ir las familias que deberán reubicarse? ¿Cómo será el sistema de compensación y qué opciones tendrán?
La subadministradora del Canal aseguró que se ha diseñado un plan de reasentamiento que contempla alternativas para cada familia.
La promesa pone la vara alta: hay un compromiso de garantizar condiciones dignas, seguridad jurídica y la restauración de sus medios de vida.
Espino estuvo en el foro del Agua, organizado por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). Según explicó la subadministradora, las familias podrán elegir entre al menos tres modelos de reubicación:
Modelo de reubicación local: Las familias que prefieran seguir viviendo dentro de la cuenca de río Indio podrán hacerlo bajo este modelo. El Canal de Panamá comprará una finca cercana y entregará el título de propiedad para garantizar seguridad y estabilidad.
Modelo de traslado a nuevo poblado: Para las familias que opten por mudarse a otro poblado, cerca de familiares o con mejores oportunidades, este modelo contempla la compra de tierras y la entrega de títulos de propiedad en la nueva ubicación.
Modelo comunitario: Las comunidades que decidan reubicarse juntas contarán con la reconstrucción de instalaciones como escuelas, puestos de salud y centros comunales en el nuevo asentamiento, para preservar la cohesión social.
En estos casos, si hoy cuentan con instalaciones como escuelas, puestos de salud o centros comunales, el Canal de Panamá se compromete a construir esas mismas infraestructuras en el nuevo lugar donde se reubiquen.
También se garantizaría que cuenten con las condiciones necesarias para desarrollar sus actividades económicas y de subsistencia.

Espino recalcó que todo el plan se elaborará en conjunto con las comunidades y bajo estándares internacionales, específicamente la Norma de Desempeño 5 de la Corporación Financiera Internacional.

Se trata de un compromiso enorme, que contempla compensaciones justas y la restauración de los medios de vida. La expectativa está puesta en que estos principios se traduzcan en soluciones concretas para las familias.
Se calcula que unas 500 familias, equivalentes a unas 2,500 personas, deberán ser reubicadas. El proceso será paulatino y se extenderá por tres o cuatro años, priorizando a quienes residen en el área donde se construirá la presa.
Río Indio es una cuenca ubicada en las provincias de Panamá Oeste, Coclé y Colón, que por su geografía y características técnicas ha sido estudiada durante décadas como una alternativa para ampliar la capacidad de almacenamiento de agua. Su valle profundo permitiría construir un lago con un volumen similar al de Gatún, pese a ocupar un área mucho menor.
Más de dos millones de panameños dependen de los lagos del Canal para su consumo diario, a través de ocho potabilizadoras ya en funcionamiento y dos más en construcción.
Sin nuevas fuentes de agua, el país enfrentará un futuro de escasez y restricciones, reiteró la funcionaria.
El proyecto de Río Indio contempla la construcción de una presa y un lago artificial, cuya agua sería trasvasada al lago Gatún por gravedad a través de un túnel subterráneo.
Esta obra permitiría aumentar la disponibilidad de agua en verano y asegurar la operación del Canal y el abastecimiento a las ciudades.
“La presión sobre el agua es real y está aquí. En los últimos años hemos enfrentado las sequías más graves en la historia del país, mientras la población y la demanda del Canal siguen creciendo”, advirtió Espino.
Solo en 2023, el déficit de lluvias en la cuenca del Canal superó el 25%, afectando tanto los tránsitos marítimos como las reservas de agua potable.
Pero, al tiempo que la presa se perfila como la solución más viable, dentro de las 28 estudiadas, la Coordinadora Campesina por la Vida contra los Embalses ha sido la voz más visible de rechazo al proyecto.
El movimiento no solo ha expresado su oposición pública, sino que también presentó recientemente una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Según su vocero, Florentino Chirú, la construcción del embalse representa “la mayor amenaza” para el río Indio y, en su opinión, responde a intereses económicos ajenos a las comunidades de la zona.
El Canal, en tanto, se mantiene en su posición de que ha invertido durante los últimos años en programas sociales, ambientales y de infraestructura en río Indio y sus alrededores.
Ahora, con este proyecto, dijo Espino, también se contempla un plan de reasentamiento estructurado para las familias que deberán reubicarse, el cual será paulatino y respetará los derechos y necesidades de cada persona.