El mercado laboral está en crisis y las principales víctimas son los jóvenes que no consiguen empleo, alertó René Quevedo, asesor empresarial, durante su intervención en el Foro Empleo 2025, organizado por La Prensa.
Quevedo advirtió que el mercado laboral panameño atraviesa por su peor momento en décadas, marcado por el auge del empleo informal, la expansión del sector público y la exclusión de los jóvenes del mundo laboral.
“El proceso de precarización y estatización del empleo ha sido el más salvaje de nuestra historia”, sostuvo Quevedo.
"En los últimos cinco años, 10,542 jóvenes perdieron sus empleos. No los hemos excluido del mercado laboral, los hemos expulsado”, advierte René Quevedo, especialista en empleo juvenil. Mientras crece la informalidad y la deuda, los jóvenes siguen siendo las principales víctimas.… pic.twitter.com/TJerZsoVJA
— La Prensa Panamá (@prensacom) July 30, 2025
Según su análisis, basado en cifras oficiales, desde 2012 hasta 2024, cuatro de cada cinco nuevos empleos generados por la economía fueron informales, y el restante fue un puesto en el sector público, financiado con deuda. En ese mismo período, se registraron 24 mil asalariados privados menos, mientras que se sumaron 63 mil funcionarios públicos y 264 mil trabajadores informales.

Quevedo señaló que solo uno de cada tres profesionales universitarios graduados en los últimos 12 años ha conseguido empleo. En contraste, del 2004 al 2012, dos de cada tres graduados lograban colocarse. “La generación de empleo debe ser la obsesión nacional, y dentro de eso, generar oportunidades para los jóvenes tiene que ser una obsesión dentro de esa obsesión”, enfatizó.
Una de sus afirmaciones más contundentes fue que los jóvenes son las verdaderas víctimas de la crisis laboral. Entre 2019 y 2024 10,542 jóvenes perdieron su empleo, y su participación en la generación de nuevos puestos de trabajo pasó de representar uno de cada cuatro, en 2009, a no tener presencia alguna en la expansión del empleo.

La situación, advirtió, está directamente relacionada con la pérdida de confianza del sector privado y la contracción de la inversión. Entre 2019 y 2025, Panamá perdió 4,600 millones de dólares en inversión privada, lo que derivó en 100 mil contratos laborales menos solo en 2024 y la pérdida de 44 mil asalariados privados, especialmente en el sector construcción, donde tres de cada cuatro empleos hoy son informales.
Quevedo también destacó que el cierre de la mina, tras el fallo de inconstitucionalidad en 2023, provocó la pérdida de 54,107 empleos formales no agrícolas, en gran parte debido al impacto inducido que tenía esa actividad en otros sectores de la economía.
“El país no está enfrentando una crisis de empleo, sino una crisis de confianza. Sin inversión privada no hay empleo formal, y sin cotizantes, la Caja del Seguro Social está condenada”, advirtió.
Según sus estimaciones, la deuda externa aumentó en más de 27 mil millones de dólares durante los últimos años, mientras que los flujos de inversión extranjera, financiamiento bancario e ingresos vinculados a la minería se contrajeron severamente.
Finalmente, insistió en que la clave está en reactivar la inversión y generar espacios laborales para los jóvenes, quienes han sido los “corderos del sacrificio” en esta crisis laboral sin precedentes.