El contrabando sigue siendo un mal que ataca al comercio en Panamá, y los cigarrillos no escapan de esa amenaza.
La tasa de comercio ilícito de este producto alcanzó el 87.9% en abril de 2021, pero se agravó recientemente al llegar a 92.1% según los datos que dio a conocer la Alianza Contra el Comercio Ilícito de Panamá esta semana.
En un solo operativo reciente, coordinado por la Fiscalía Segunda Especializada contra la Delincuencia Organizada del Ministerio Público, se incautaron 3,246 pacas de cigarrillos de contrabando en el área de Chilibre.
En lo que va del año 2023 se han incautado 1,323,000 pacas de cigarrillos de contrabando, lo que se tradujo en una actividad económica ilegal cifrada en $3.09 millones.
Panamá es un hub de mercancías, por lo que no sorprende la alta incidencia de contrabando de cigarrillos, algo que la Alianza ve como “un desafío significante”. Califican de “devastador” el impacto económico que tiene este tipo de comercio ilícito, al tiempo que estiman una pérdida anual de $100 millones para el país tanto en ventas como en impuestos no recaudados.
Marissa Lasso De La Vega, presidenta de la Alianza contra el Comercio Ilícito, capítulo de Panamá, que funciona desde 2014, abogó por seguir desarrollando estrategias efectivas “no solo de vigilancias en las fronteras del istmo panameño sino también a lo interno de ciudades” como David, Colón y la capital.
La Alianza es una entidad que tiene como objetivo combatir y prevenir el comercio ilícito en el país. Es decir, la producción, distribución y venta de bienes y servicios que no cumplen con las leyes y regulaciones establecidas, evadiendo los impuestos y poniendo en riesgo la salud y seguridad de los consumidores.
La entidad agrupa a diferentes actores, como el gobierno, el sector empresarial, las fuerzas de seguridad y otras organizaciones, con el fin de intercambiar información, implementar estrategias conjuntas y promover acciones para combatir el comercio ilícito.