Empleados de la estadounidense Coca-Cola y la japonesa Sony fueron a la huelga ayer en China, preocupados por la decisión de ambas firmas de vender una parte de sus actividades en el país a empresas chinas.
El baile de adquisiciones, cesiones y deslocalizaciones que afecta a la industria china, en dificultades, provoca desconfianza entre los trabajadores locales. Así, la actividad de una fábrica de piezas de cámaras para teléfonos inteligentes de Sony, en Cantón (sur), está totalmente interrumpida desde hace dos semanas a causa de una huelga de obreros contra su venta, indicó ayer el gigante japonés de la electrónica.
El grupo anunció a principios de noviembre que vendía al chino Shen Zhen O-Film Tech su filial Sony Electronics Huanan, gestora de esta fábrica cantonesa que emplea a 4 mil personas. “Se desencadenó una huelga en reacción a esta decisión de cambio de propietario”, señaló a la AFP un portavoz de Sony.
Por otro lado, empleados de Coca-Cola se declararon en huelga en tres ciudades chinas tras la decisión del fabricante de bebidas estadounidense de vender sus actividades de embotellado en China continental.
Coca-Cola anunció su intención de vender la totalidad de sus actividades de embotellado en China continental al conglomerado hongkonés Swire Pacific y al grupo estatal Cofco.
Los trabajadores temen que los nuevos dueños lleven a cabo reducciones de plantilla y de salarios.