El papel de la banca en la recuperación de la economía es clave. Gran parte del tejido empresarial panameño está constituido por pequeños y medianos negocios y las mujeres lideran muchos de ellos. La visión de la presidenta ejecutiva de Banistmo Aimeé Sentmat es lograr impactar con apoyo financiero y asesoría a ese tejido empresarial e impulsar la dinamización del aparato productivo. En entrevista con Martes Financiero Sentmat, quien también es presidenta de la Asociación Bancaria de Panamá, repasa los retos que tiene la banca panameña y las acciones del banco que preside para recuperar el ritmo de crecimiento. Habla de priorizar la dinamización de la economía a través de nuevos créditos y sostiene que extender el alivio financiero no es la solución.
¿En qué consiste el plan de apoyo a las Pymes?
La pandemia ha afectado mucho a las pequeñas y medianas empresas, sobre todo aquellas que tenían modelos de negocios muy tradicionales. Ya estamos apoyando desde hace varios años a 8,500 Pymes lideradas por mujeres y queremos llegar a 10,000. El plan incluye apoyo con con productos de crédito, soluciones financieras y mentorías para identificar ideas y mejorar sus modelos de negocio. Esto forma parte del programa Impactamos.
¿Cuál es el balance?
Del 2015 al 2020 pasamos de un total de $157 millones en créditos a mujeres a un total de $290 millones, hemos crecido 85% en ese portafolio de préstamos. Comenzamos con 5,900 Pymes y ya estamos por casi 8,360 en ese período. El 80% de las empresas en Panamá son Pymes y ahora necesitan más ayuda. El reto que vemos es que el modelo de negocio de esas empresas es muy tradicional, poco uso de tecnología, les falta comercio electrónico y el emprendimiento era más por necesidad que por oportunidad.
Banistmo es un banco muy activo en financiar a las Pymes y del total de ese sector un 33% son liderados por mujeres.
¿Cómo abordaron el desafío de la pandemia?
El primer gran reto fue pasar de una empresa con presencia física a teletrabajo. Se habilitó la tecnología para seguir los procesos con controles de seguridad y garantizar el servicio a los clientes de manera ininterrumpida, lo que permitió garantizar la seguridad de los colaboradores. Otro desafío ha sido generar en los clientes la confianza en los activos digitales y aumentar la transacción digital de la banca panameña. En un futuro muy cercano el banco va a ser el celular. Ese camino de transformación digital se aceleró y debe mantenerse.
¿Cómo se está gestionando el alivio financiero?
Como banco, desde enero de este año hicimos el compromiso de haber contactado a todos nuestros clientes afectados y ofrecerles una solución permanente que se ajuste a su nueva realidad. Estas medidas de alivio y condiciones especiales deben estar destinadas a los clientes que realmente lo necesitan. Aquellos que tienen algún ingreso deben ir a los bancos a negociar una solución.
¿Cuál es el comportamiento de los préstamos modificados?
En el negocio de préstamos de personas de Banistmo, que incluye hipotecas, autos, tarjetas de crédito, tenemos cerca del 30% o un poco menos del total de ese portafolio en una medida de alivio financiero y hemos hecho una estrategia de contactar a los clientes y un alto porcentaje está haciendo pagos. En el caso de empresas, el porcentaje de créditos modificados es menor, porque hemos avanzado con los clientes para lograr soluciones permanentes y es menos del 20% del total de la cartera que está en alivio financiero.
¿Esta tendencia cómo está en el sistema bancario?
Para hablar de todo el sistema bancario panameño en el tema del alivio financiero la cartera total es de $21 mil 800 millones a inicios de abril y eso es un monto importante, y el mensaje es que los clientes contacten a sus entidades bancarias.
¿Cómo están los depósitos y los préstamos?
El desempeño del sistema bancario relacionado con el ahorro ha sido muy bueno y se mantiene a febrero de 2021. Los ahorros están creciendo a dos dígitos. Eso es importante porque es el pilar de cualquier sistema bancario. Crecen los depósitos locales y eso es un buen factor. Mientras que el tema de los créditos tenemos que aclarar que los préstamos están relacionados con el comportamiento de la economía. Panamá registró una de las cuarentenas más estrictas de toda la región y eso tuvo un impacto en el decrecimiento del producto interno bruto que se redujo en casi 18% y eso se reflejó a su vez en los créditos. Los préstamos en 2020 estuvieron 50% por debajo de lo que era 2019 o pre-pandemia. Este año vemos que febrero, marzo y abril comienzan a tener cierto dinamismo y percibimos optimismo en el empresario. El sector privado es fundamental para la recuperación económica de Panamá y es el mayor generador del negocio en Panamá, representa 75% del producto interno bruto del país y 80% de la inversión de Panamá. Hemos visto optimismo en el inversionista y eso es bueno porque comienza a reactivarse la demanda de crédito. Empieza a subir esa velocidad porque ya los desembolsos de febrero son mejores que lo que veíamos en noviembre de 2020. Aún no hemos superado la pandemia pero cada uno debe tomar conciencia del autocuidado y vivir las medidas de seguridad para no poner en riesgo la reactivación económica.
¿Qué impacto tendría extender el alivio?
Más que medidas de extensión de los alivios, es buscar la forma de tener la capacidad de reactivar al sector privado con créditos para generar empleo. Extender medidas lo que hace es elevar el nivel de incertidumbre en el manejo de los portafolios. Es importante dar claridad de cómo se van a comportar esos portafolios, esos cerca de $22 mil millones que están en alguna condición de alivio, hay que darle ya sensibilidad para analizar cuáles son los clientes que están en alguna condición de riesgo de no pago. Pero no podemos seguir con estas condiciones generales que le quitan flexibilidad a los bancos para prestar.