Las secuelas de la pandemia en el mercado laboral mundial significaron una reducción de 8.8% en la cantidad de horas de trabajo a escala mundial el año pasado, lo que equivale a 255 millones de empleos a tiempo completo, según el informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre la Covid-19 y el mundo laboral. Refiere el organismo que esta pérdida es aproximadamente cuatro veces mayor que la que provocó la crisis financiera mundial de 2009.
“Dicha pérdida de horas de trabajo obedece a la reducción de horas de trabajo de personas ocupadas, o a la disminución sin precedentes del nivel de ocupación, que afectó a 114 millones de personas”.
Pese a estas cifras, la OIT espera una recuperación gradual y relativamente sólida del empleo en el segundo semestre de este año, incentivada por los programas de vacunación que puedan surtir efecto en el combate de la pandemia de la Covid-19.
“Los indicios de recuperación que vemos son alentadores, pero son frágiles y muy inciertos, y cabe recordar que ningún país o grupo puede recuperarse por sus propios medios”, menciona Guy Ryder, director general de la OIT.
El organismo analiza tres escenarios con hipótesis de recuperación:
1. Basado en estimaciones de octubre de 2020 del Fondo Monetario Internacional, se prevé una pérdida del 3% de las horas de trabajo en todo el mundo en 2021 (con respecto al cuarto trimestre de 2019), equivalente a 90 millones de empleos a tiempo completo.
2. En el caso hipotético más desfavorable, en la hipótesis de que se produzcan avances lentos en el proceso de vacunación, el Observatorio de la OIT prevé una reducción de las horas de trabajo del 4.6%.
3. En el caso hipotético más favorable, el organismo prevé una reducción del 1.3% en las horas de trabajo. Mencionan que el control de la pandemia, así como el aumento de la confianza de los consumidores y de las empresas, propiciarían ese escenario más favorable.
“Nos enfrentamos a una disyuntiva: una opción conduce a una recuperación dispar y no sostenible, con una desigualdad e inestabilidad cada vez mayores, susceptibles de agravar la crisis. La otra lleva a una recuperación centrada en las personas, con el fin de reconstruir mejor y promover el empleo, los ingresos y la protección social, así como los derechos de los trabajadores y el diálogo social. Si queremos una recuperación duradera, sostenible e integradora, este es el camino que deben seguir los responsables políticos”, recalcó el director general de la OIT.