BP se declaró satisfecha el viernes con los primeros resultados de la operación para detener la fuga de petróleo en el golfo de México, asegurando que la situación seguía controlada 17 horas después del logro.
El vicepresidente de BP, Kent Wells, dijo que la presión era favorable dentro de la nueva campana y que no había señales de más fugas.
Wells habló 17 horas después de que las válvulas fueran cerradas para atrapar el crudo dentro del tapón del pozo, una prueba que podría durar hasta 48 horas.
La alta presión es una señal favorable, ya que una caída sería señal de una nueva fuga, dijo Wells.
Por su parte, el presidente Barack Obama dijo en unas breves declaraciones en la Rosaleda de la Casa Blanca antes de partir con su familia a Maine para un descanso de fin de semana, que por el momento la nueva campana “está conteniendo el petróleo, pero los científicos aún deben llevar a cabo una serie de pruebas”.
Esas pruebas, indicó, deben cerciorarse de que por cerrar el pozo el petróleo no va a empezar a filtrarse por otro lado y crear un problema peor del que ya hay.