El partido de centroderecha de Portugal, el Partido Social Demócrata (PSD), comenzó a formar un gobierno de coalición con sus tradicionales aliados, los conservadores del CDS-PP, con la promesa de tomar las medidas de austeridad contempladas en el plan de rescate del país.
La convincente victoria del PSD en las elecciones del domingo -con un 39% de los votos- puso fin a meses de incertidumbre política tras el derrumbe del minoritario gobierno socialista en marzo, cuando no logró aprobar su último paquete de medidas de austeridad en el Parlamento.
Sumergido en una intensa deuda y crisis política, Portugal recibió un rescate de 78 mil millones de euros ($113 mil millones) el mes pasado de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, cuyas condiciones incluyen una subida de impuestos, reducción de gasto y privatizaciones que pesarán en la economía.
“Portugal necesita volver a generar una ola de confianza en los mercados”, dijo el líder del PSD y primer ministro electo Pedro Passos Coelho. “Creo que podemos sorprender e ir más allá del acuerdo (de rescate)”. Agregó que busca formar un gobierno de coalición mayoritario con los ultra conservadores del CDS-PP “en tiempo récord” para que “todos los plazos del acuerdo sean respetados”.
Passos Coelho, de 46 años, sostuvo que su gobierno dará el ejemplo al reducir el gasto, en un intento de disminuir el déficit del presupuesto y la deuda. El líder tenía previsto reunirse con el presidente Aníbal Cavaco Silva para consultas sobre la formación de un nuevo gobierno. “Hay muchas medidas difíciles que hay que tomar. Todos los portugueses necesitarán mucho coraje y estoy seguro de que lo tendrán”, declaró el primer ministro electo a los periodistas más temprano. El líder del CDS-PP, Paulo Portas, ya había dicho que estaba preparado para gobernar con los socialdemócratas. Los resultados dieron al PSD 105 escaños y al partido derechista CDS 24 asientos, lo que permite a los dos aliados tradicionales disponer de una fuerte mayoría en el Parlamento.