Para hacerle frente a las plagas que afectan el tomate, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Panamá (Idiap) cultiva hectárea y media de la variedad T9 , que será capaz de generar unas 250 libras de semilla.
Mientras estos cultivos se preparan en la finca experimental del Idiap ubicada en El Ejido de Los Santos, los productores de las tierras altas de Chiriquí han alertado sobre la rápida expansión de la tuta absoluta, mejor conocida como la polilla del tomate en esa provincia, la cual ya ha atacado cultivos arriba de los mil 592 metros por encima del nivel del mar, superando la altitud de su hábitat normal.
Nilson García, encargado de la producción de semillas en Azuero, explicó que ante estas constantes plagas que afectan los cultivos de tomate, el Idiap se prepara para ofrecer al productor una semilla certificada.
Explicó que estas semillas cumplen con todos los requisitos exigidos por el comité nacional de semillas, con la selección de las plantas individuales y con la clasificación del material. “Esta semilla se obtiene a través de una máquina especial, para que tenga toda la vigorosidad y cumpla con los estándares para protegerla”, enfatizó.
García sostuvo que el sembradío que tienen actualmente permite obtener 250 libras de semillas, que se le ofrecerán al productor a tres dólares la onza.
Detalló que esta cantidad de semillas permitirá cultivar unas 700 hectáreas, que darán entre 46 mil y 47 mil toneladas métricas de producto, que al ser multiplicadas por el actual precio del tomate generarán divisas por el orden de los 7.5 millones de dólares.