La salida de al menos tres fiscales que investigaron casos de corrupción de alto perfil requiere una explicación por parte del procurador de la Nación, Javier Caraballo.
Así reaccionó la exprocuradora Ana Matilde Gómez (2005-2010), al conocer que en vísperas de la entrada del nuevo gobierno el 1 de julio de José Raúl Mulino, Caraballo destituyó a Zuleyka Moore y Adecio Mojica, quienes formaron parte del equipo que investigó las coimas que Odebrecht repartió en Panamá.
En vísperas del cambio de gobierno, Caraballo destituyó a Moore y Mojica, quienes formaron parte del equipo que investigó las coimas de Odebrecht en Panamá, según Ana Matilde Gómez (2005-2010).
Ayer sábado se confirmó la renuncia del fiscal superior, Aurelio Vásquez, con 28 años de servicio, quien investigó el caso Blue Apple, relacionado con sobornos a funcionarios entre 2009-2014, implicando a los hermanos Ricardo Albero y Luis Enrique Martinelli Linares.
El expresidente Ricardo Martinelli celebró la decisión de Caraballo desde la embajada de Nicaragua, instándolo incluso a “limpiar” el Ministerio Público y sugiriendo una “purga” de fiscales.
En el Ministerio público apenas empieza la purga. Faltan las caras de Sterling, Morcillo y Sáenz. También Emeldo y Aronna, quienes junto a William Moore en mi oficina 5 indagados del caso New Business nos dijeron cómo los taquillaron , coimearon , sobornaron y robaron, $4.3…
— Ricardo Martinelli (@rmartinelli) June 29, 2024
Pese a los pedidos de entrevista de este medio, Caraballo aún no ha dado una explicación.
Ana Matilde Gómez considera que es “preocupante que se destituyan fiscales que investigaron al poder político y económico, socavando la eficacia judicial y sembrando el temor entre los fiscales”.
Gómez dijo que este caso preocupa y genera suspicacia, no porque la salida del fiscal sea algo novedoso, sino porque se trata de aquellos fiscales que se atrevieron en su momento a emprender investigaciones contra el poder político y económico y esos casos llegaron al poder judicial y terminaron en sentencias. Es decir, dijo, que su actuación fue revisada por el poder judicial.
Por otro lado, “preocupa aún más que sean fiscales que ya habían sido amenazados o advertidos, de alguna manera por personajes a los que ellos se tuvieron que enfrentar y que ahora corran listas por ahí diciendo que no son los únicos y que faltan los otros como si fuera una gran vendetta”, agregó.
En tanto, Alianza Ciudadana Pro Justicia advirtió que se ha creado un clima de incertidumbre en el Ministerio Público que puede paralizar las investigaciones por corrupción. Agregan que la decisión de Caraballo violó los principios de independencia judicial y la institucionalidad de un Estado de derecho.
Adjuntos
Destitución de fiscales.pdfPor su parte, el abogado Rosendo Rivera, abogado víctima de los pinchazos, consideró que Caraballo está tratando de complacer a la nueva administración electa para el período 2024-2029. Estas acciones, dijo, intimidan a los fiscales y afectan la búsqueda de la verdad.
Caraballo termina su gestión el 31 de diciembre de 2024 y en ese momento el Ejecutivo, encabezado por Mulino, deberá nombrar su reemplazo o mantenerlo en el cargo.
Caraballo ejerce el cargo de jefe del Ministerio Público desde el 1 de marzo de 2021, tras la salida de Eduardo Ulloa, quien había sido designado para el cargo tras la renuncia de Kenia Porcell en medio de filtraciones de los chats del expresidente Juan Carlos Varela (2014-2019).
Caraballo ejerció de forma interina por 35 meses y, a partir del 15 de febrero de 2024, tomó posesión del cargo en propiedad ante el presidente Laurentino Cortizo.
