‘No vuelvo a salir de Venezuela’: la dura travesía de los migrantes que regresan a casa

‘No vuelvo a salir de Venezuela’: la dura travesía de los migrantes que regresan a casa
Migrantes venezolanos se suben a una embarcación en la isla Gardi Sugdub con destino a Colombia el pasado martes, en la comarca Guna Yala (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco

Gerson Luis Reyes, un venezolano de 28 años, está a pocos días de volver a su tierra natal. “Dios mediante”, dice con resignación, mientras calcula que el trayecto hasta Colombia le tomará tres días más, sorteando las restricciones de navegación nocturna en las islas del Caribe. Su travesía de retorno a casa es una marcha silenciosa de quienes, tras desafiar selvas, fronteras y políticas migratorias inflexibles, vuelven con los sueños deshechos.

Este es uno de los testimonios de decenas de migrantes que por estos días regresan al sur del continente, luego de que las duras políticas migratorias de Donald Trump, presidente de EU, les impidieran pasar la frontera México-Estados Unidos. Desde su regreso al poder, Trump ha endurecido las restricciones de asilo y ha fortalecido acuerdos con México para que los migrantes sean retenidos en territorio mexicano. Esto ha generado un aumento en las deportaciones y devoluciones, obligando a muchos a replantear su destino.

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‘No vuelvo a salir de Venezuela’: la dura travesía de los migrantes que regresan a casa
Carlos Ruíz migrante venezolano espera para abordar una embarcación en la Isla Gardi Sugdub con destino a Colombia el pasado martes. EFE/ Bienvenido Velasco

El mar Caribe, la opción

El viaje de ida fue un desafío, pero el retorno también está lleno de obstáculos. Quienes llegan a Panamá después de atravesar Centroamérica, en muchos casos evitan la selva y optan por la ruta marítima. En la isla Gardi Sugdub, en la comarca Guna Yala, abordan una embarcación con destino a Puerto Obaldía, para luego cruzar a Capurganá y Necoclí, en Colombia.

Sin embargo, la travesía no está exenta de riesgos: el pasado viernes, un naufragio puso la vida en peligro de 21 personas. Una niña de ocho años murió.

‘No vuelvo a salir de Venezuela’: la dura travesía de los migrantes que regresan a casa
Migrantes venezolanos zarpan en una embarcación desde la isla Gardi Sugdub con destino a Colombia el pasado martes, en la comarca Guna Yala (Panamá). El Gobierno de Panamá y las comunidades indígenas de la comarca de Guna Yala, en el Caribe panameño, están colaborando para coordinar de una manera ordenada el aumento del flujo de migrantes en su retorno hacia Sudamérica, después de que no lograran alcanzar su objetivo de llegar a Estados Unidos tras las restricciones impuestas por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump. EFE/ Bienvenido Velasco

Para Gerson Luis Reyes, el viaje de vuelta ha sido más cruel que la ida. No solo por el cansancio físico, sino por la carga de un sueño frustrado. Partió con la esperanza de llegar a Estados Unidos y construir un futuro para él y su madre enferma de cáncer. Pero el camino no solo le negó su destino, sino que lo empujó a un abismo de peligro y desesperanza. “En la selva vi niños muertos, pero lo que vivimos en México fue una tortura”, contó a este medio el pasado lunes. En territorio mexicano, los migrantes eran acechados por los carteles, que los secuestraban y extorsionaban con solo revisar sus contactos telefónicos.

Ahora, al borde del retorno, Reyes ha tomado una decisión: “No vuelvo a salir de Venezuela”. No porque la situación en su país haya mejorado, sino porque el precio de intentarlo de nuevo es demasiado alto. “Si ya arriesgué todo afuera para nada, mejor arriesgarlo en mi país”, dice, con la convicción de quien ha visto demasiado.

‘No vuelvo a salir de Venezuela’: la dura travesía de los migrantes que regresan a casa
Migrantes venezolanos buscan retornar a su país vía marítima. EFE/ Bienvenido Velasco

Entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, un total de 2,877 migrantes han transitado por Panamá en su viaje del norte al sur, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Seguridad Pública. La gran mayoría, un 95%, son venezolanos.

El gobierno panameño enfrenta un desafío adicional: Panamá y Venezuela no tienen relaciones diplomáticas, por lo que la deportación aérea no es una opción viable. En principio, el presidente José Raúl Mulino propuso trasladarlos a la ciudad de Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, pero hasta el momento esa alternativa no se ha concretado. Fuentes oficiales dijeron a La Prensa que Colombia no está de acuerdo con recibirlos en esa zona fronteriza.

Mientras se definen soluciones, otro grupo de migrantes con rumbo al sur está en el albergue de Lajas Blancas, en Darién, esperando una ruta segura para regresar a un país que dejaron con la esperanza de no volver.


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