Tres agentes del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) resultaron heridos al registrarse, este jueves 6 de junio, nuevos enfrentamientos en la comunidad de Arimae, provincia de Darién.
En un comunicado, el Senafront informó que un subcomisionado, un teniente y un cabo segundo fueron trasladados hacia un centro médico tras resultar heridos en la protesta.
Se informó que los hechos se registraron cuando los agentes del Senafront procedían a abrir la vía durante una protesta en Arimae.
“Estas unidades fueron agredidas por manifestantes que les arrojaron piedras; incluso una de ellas fue cortada en una de sus manos con un machete”, se plasma en un comunicado del Senafront.
Por otro lado, la entidad afirma que, en medio de la situación, un rancho fue incendiado con una bomba de fabricación casera, conocida como molotov.
El Senafront resalta que, desde que iniciaron las manifestaciones en Arimae, se han decomisado bombas molotov.
De igual forma, se ha reportado a manifestantes heridos, pero hasta el momento ni las autoridades policiales ni de salud han confirmado la cantidad de heridos ni la magnitud.
En este sector del país se han registrado protestas y la situación es tensa, luego que una agente del Senafront fue agredida y privada de su libertad. Hay cerca de cinco personas investigadas por el Ministerio Público por este hecho.
En Arimae están protestando grupos indígenas.
Iglesia católica
El Vicariato Apostólico de Darién, frente a la realidad que se vive en la provincia en este momento, hizo un llamado tanto al Gobierno Nacional como a las partes involucradas para que entren en un diálogo y una escucha profunda como hermanos panameños, viéndose como verdaderos ciudadanos que buscan el bienestar de todos.
Se resaltó que la situación actual está causando mucho daño, como si fueran enemigos a muerte, lo cual no conduce a ninguna parte. Por ello, el Vicariato insiste en un llamado a la paz y a la búsqueda de soluciones pacíficas para esta problemática.
El mensaje exhorta a ser prudentes y objetivos, y a buscar caminos de entendimiento, evitando la competencia por mayor fuerza o poder, pues esto perjudica a todos. Como cristianos, la invitación es a buscar la unidad, el diálogo, la escucha, la comprensión y el buen entendimiento.
Finalmente, el Vicariato Apostólico se ofrece a mediar en este conflicto, invitando a ambas partes a colaborar y comprometerse para que las cosas vuelvan a la normalidad.
