Una red criminal dedicada al tráfico internacional de autos de alta gama robados fue desmantelada por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), en diligencias realizadas en el corregimiento de Barú, provincia de Chiriquí, y Don Bosco, en la provincia de Panamá.
La operación también dejó al descubierto la participación de una funcionaria de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) que facilitaba la entrega de documentos y dos exmiembros de la Fuerza Pública quienes participaban activamente en el trasiego de los autos.
Los autos eran robados en centros comerciales y residencias a través de tecnología con la que lograban desactivar alarmas y abrir los vehículos sin despertar sospechas.
Luego los autos eran llevados a un taller mecánico que era usado por la red criminal para simular que recibían algún tipo de reparación, para luego trasladarlos a Costa Rica.
En la operación denominada “Fénix” también se logró el decomiso de varias armas de fuego, equipo electrónico y celulares que se presume mantienen información de las operaciones de la red criminal.
Entre los vehículos comercializados por la red criminal existían marcas como BMW, Audi y Mercedes-Benz. Durante el operativo se logró la detención de un total de ocho personas que desempeñaban diferentes roles dentro de la estructura criminal.
Entre enero y marzo de este año, el Ministerio Público ha recibido 184 denuncias de hurto de autos que en su mayoría se registraron en los barrios de San Francisco, Betania, Bella Vista, Calidonia y Brisas del Golf.