El Tribunal Superior de Apelaciones del Segundo Distrito Judicial (Coclé y Veraguas) confirmó la decisión de que Eugenio Magallón debe cumplir una pena de 15 años de prisión por su participación en la desaparición y muerte del sacerdote Héctor Gallego.
En una audiencia celebrada este martes 13 de mayo, los magistrados del tribunal concluyeron que Magallón debe cumplir la pena impuesta, al tratarse de un delito de lesa humanidad, el cual es imprescriptible.
La defensa de Magallón argumentó que el delito debía ser declarado prescrito, ya que han transcurrido más de 30 años desde que se dictó la sentencia condenatoria, y que el Código Penal vigente en esa época establecía una pena máxima de 20 años de prisión por el delito de homicidio.
Por su parte, la fiscal Tania Sterling sostuvo que Magallón eludió su responsabilidad de enfrentar a la justicia, por lo que solicitó al tribunal que se hiciera efectivo el cumplimiento de la pena.
Los magistrados desestimaron los argumentos de la defensa y dispusieron que el sancionado debe cumplir la condena impuesta el 29 de abril de 1994, correspondiente a 15 años de prisión.
Sin embargo, la defensa solicitó al tribunal que su cliente pueda cumplir la sanción en arresto domiciliario, debido a que enfrenta una condición de salud muy precaria y tiene 94 años de edad. Esta petición deberá ser ventilada en una nueva audiencia ante un juez de cumplimiento, quien evaluará los argumentos presentados.
Magallón fue capturado por agentes policiales el pasado 4 de mayo, tras permanecer 30 años prófugo de la justicia. Un día después, un juez de cumplimiento determinó que debía cumplir la pena impuesta, pero su abogado defensor apeló esa decisión.
Magallón fue condenado junto a los militares Melbourne Walker y Nivaldo Madriñán (q.e.p.d.) por la desaparición y homicidio del sacerdote Héctor Gallego, ocurrido en junio de 1971, cuando se encontraba en su residencia en Santa Fe, provincia de Veraguas.
La noche del 9 de junio de 1971, Gallego estaba en su vivienda —un pequeño rancho en Santa Fe— cuando alguien llamó a la puerta. Gallego salió a atender a los visitantes, pero nunca regresó.
Según informes obtenidos por la Comisión de la Verdad, que investigó las desapariciones ocurridas durante la dictadura militar (1968–1989), Gallego resultó herido durante su captura y fue trasladado al cuartel de Los Pumas, en Tocumen.
En 2002, la Comisión de la Verdad halló varias osamentas enterradas en el área del taller de mecánica del cuartel, una de las cuales fue identificada como la de Heliodoro Portugal, también desaparecido en 1971.
No obstante, algunos expertos consideran que dichas pruebas no son concluyentes, por lo que se ha recomendado realizar un nuevo análisis.
El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses tiene previsto llevar a cabo pruebas de verificación sobre estos restos.