Imagínate que todos los estudiantes de Panamá fueran solo 10 pelaos...¿Cuántos llegarían a graduarse?
Usando los datos más actualizados del MEDUCA (2023), hicimos un cálculo aproximado —ajustado por el crecimiento de la población— para entender, de forma sencilla, está arista de nuestra realidad educativa.
Pensemos que los 10 pelaos entran a primaria. Aquí, la cobertura es bastante alta, casi todos logran ingresar. Pero en la transición de primaria a secundaria le fallamos a uno. Al iniciar la secundaria nos quedan 9.
A medida que avanza la premedia y la media, viene el golpe más fuerte. De esos 10 que entraron a primaria… solo 5 terminan la secundaria. Es justo en esta etapa donde más estudiantes perdemos.
¿Y la universidad? No hay muchas cifras disponibles en web de la matricula exacta de las universidades públicas y privadas en Panamá, pero usando los datos disponibles, de esos 5 que se graduaron de secundaria, solo 2 entrarían a la universidad. Y, por tendencias regionales y locales, apenas 1 se estaría graduando.
En resumen: En Panamá, de 10 pelaos que entraron a primaria, solo 1 termina la universidad.
Esto es una estimación, un cálculo aproximado que trata de simplificar algo que es muy complejo de calcular y analizar. Pero sirve para aterrizar los números y darnos cuenta de algo clave: esta realidad no es justa y no tenemos que pasarla como normal.
Y no, no se trata de que “los pelaos son vagos” o “se portan mal”. Las razones por las que un joven sale del sistema educativo son muchas: familiares, emocionales, sociales o académicas. Cada historia es distinta y hay que atenderla de manera distinta.
Cuando un pelao deja la escuela, no es culpa de él o ella. Es culpa de todos porque el sistema somos todos nosotros.
Un joven que no termina sus estudios tiene muchas más probabilidades de tener ingresos bajísimos, quedar desempleado, caer en redes criminales, o en el caso de muchas chicas, enfrentar embarazos no deseados desde muy temprano.
Así que la próxima vez que alguien diga: “El sistema no sirve” o “hay que cambiar el sistema”…¡Recuerden que nosotros también somos el sistema!Y todos podemos poner de nuestra parte para que nuestros pelaos vivan un aprendizaje con dignidad. Para que ninguno sienta, ni por un segundo, que los abandonamos.
Un abrazo, nos vemos en clases y en el siguiente ¡Frentiao!