Con las tarjetas de crédito, utilizas el dinero del banco para tus gastos y pueden tener un límite de 500, 1,000 balboas o más, eso depende de la que te ofrezcan y los requisitos. También cada una tiene diferentes precios de anualidad y de seguros.
Cuando te la dan, empieza tu ciclo de facturación. Ese es el tiempo en que se van acumulando todos los gastos que hiciste. Normalmente, dura alrededor de un mes. Al finalizar, vendrá tu fecha de corte. En esa fecha, el banco va a sumar todo lo que gastaste en el mes y te va a dar el monto total que le debes.
Después de esa fecha de corte, te dan unos días para que pagues todas las deudas de ese mes. El último día que tienes para pagar sin intereses se llama fecha de pago. Revisa todos los meses tu fecha de corte y tu fecha de pago en la banca en línea o en la app, ya que esta puede variar por unos días si la fecha coincide con fines de semana o días feriados.
Si te pasas de la fecha de pago y tienes un saldo pendiente, todavía puedes pagar, pero se generarán intereses, o sea que terminas pagando más. Igual puedes pagarlo en cuanto puedas. Trata de que sea lo más rápido posible para no acumular tanta deuda.
Hay que tener cuidado con el “mínimo”, que es la menor cantidad de dinero que puedes pagar para que el saldo de tu tarjeta la puedas seguir pagando después. En la medida de lo posible, siempre trata de pagar más del mínimo o la totalidad para evitar pagar una deuda más grande. Muy importante que pagues entre la fecha de corte y la fecha de pago.
Una pregunta muy válida es ¿para qué usar una tarjeta de crédito si con la de débito hago lo mismo? Sencillo, eso es porque las tarjetas de crédito normalmente te dan recompensas por usarla, como cashback que consiste en devolverte una parte del dinero que te gastaste en el mes, millas para viajar y también te dan puntos para premios.
También si la usas responsablemente y pagando a tiempo, mejora tu historial crediticio que es como un certificado que dice que tú eres una persona de confiar para prestarle plata y que después la devuelva. Eso te permite acceder a préstamos más grandes, como un carro, una casa, un negocio o estudios.
Un mito es que las tarjetas de crédito se deben sacar por si ocurre una emergencia. Las tarjetas de crédito no deberían ser para emergencias, para eso sería bueno que tengas un fondo o ahorro de emergencia para estos momentos inesperados, puede ser de tres a seis meses de tu salario. Si ya lo tienes o lo estás generando, puedes estar más tranquilo de sacar una tarjeta de crédito.
Las tarjetas de crédito usadas responsablemente, aparte de ser un nuevo reto, pueden acercarte a proyectos importantes para ti, tu familia y tus seres queridos.