El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, afirmó ante su homólogo danés, Lars Løkke Rasmussen, que se encuentra de visita en Pekín, que China “respeta plenamente la soberanía e integridad territorial de Dinamarca en la cuestión de Groenlandia”.
“China respeta plenamente la soberanía e integridad territorial de Dinamarca en la cuestión de Groenlandia y espera que Dinamarca siga apoyando la postura legítima de China en cuestiones relacionadas con su soberanía e integridad territorial”, señaló Wang durante la reunión que ambos mantuvieron en la capital china, recoge la Cancillería del país asiático en un comunicado.
El pasado marzo, el presidente estadounidense, Donald Trump invitó al pueblo de Groenlandia a unirse a Estados Unidos, recalcando que Washington ansía incorporar la isla a su territorio por motivos de seguridad nacional y que conseguirá esa incorporación “de una forma u otra”.
Por su parte, el presidente groenlandés, Múte B. Egede, ha señalado que este territorio autónomo de Dinamarca no está “en venta” ni quiere ser parte de EE. UU.
Al margen, Wang señaló en la reunión que Dinamarca y China deben “aprovechar la celebración del 75º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas como una oportunidad para fortalecer la confianza política mutua y promover un mayor desarrollo de las relaciones”.
“China está dispuesta a impulsar la cooperación pragmática y a seguir profundizando la cooperación en los ámbitos de la economía y el comercio, la investigación científica o la innovación. Invitamos a las empresas danesas a invertir y establecer negocios en China, y esperamos también que Dinamarca ofrezca a las empresas chinas un entorno empresarial justo, transparente y no discriminatorio”, dijo.

Por su parte, Rasmussen afirmó que Dinamarca busca “fortalecer los intercambios de alto nivel con China, impulsar el diálogo y el entendimiento mutuo y profundizar la cooperación”, además de “contribuir a la promoción del desarrollo saludable de las relaciones entre la Unión Europea (UE) y China”.
En los últimos meses, China ha tratado de posicionarse como defensor del orden global y como potencia responsable y fiable tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
No obstante, Pekín aún mantiene roces con la Unión Europea, a la que ha pedido reforzar las relaciones para “oponerse al acoso unilateral”, mientras Bruselas ha mostrado su malestar con China por, a su juicio, seguir siendo “un facilitador clave” para el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania.