El exembajador de Panamá en Estados Unidos, Jaime Alemán, formó parte de la tripulación del vuelo suborbital New Shepard NS-32, que salió hacia el espacio la mañana de este sábado 31 de mayo desde Texas.
La misión despegó a las 8:40 a.m. y estuvo en el espacio alrdedor de 11 minutos.
Tras aterrizar, Alemán ofreció sus primeras impresiones: “Fue un viaje increíble, muy conmovedor, muy espiritual, incluso mejor de lo que jamás imaginé. He viajado toda mi viday esto es como la cereza sobre el pastel. Subir al espacio y ver cuán inmenso es todo… solo puedes comenzar a imaginar cuánto más hay por descubrir.”
8:42 a.m. - Momentos en el que despega el vuelo suborbital New Shepard NS-32, donde va abordo el exembajador de Panamá en Estados Unidos, Jaime Alemán.
— La Prensa Panamá (@prensacom) May 31, 2025
Más en https://t.co/rLx5Yn2AoO pic.twitter.com/rMUcY5lmLQ
Alemán también adelantó que este podría no ser su último viaje al espacio. “Voy a inscribirme para el viaje a la estación espacial. Estoy deseando que llegue”.
El panameño relató que la idea de este viaje surgió junto a su hija. “Cuando llegamos al Polo Norte el año pasado, mi hija me dijo: ‘Papá, solo hay 12 personas que han estado en todos los países y en ambos polos. Pero ninguno ha ido al espacio. Seamos los primeros’. Y lo hicimos”, aseguró.
Con su participación en el vuelo, operado por la empresa aeroespacial Blue Origin, fundada por Jeff Bezos, Alemán se posiciona como uno de los primeros centroamericanos en participar en una misión espacial comercial, además de convertirse en la primera persona en la historia en haber viajado a los 193 países reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a los polos Norte y Sur, y al espacio.

El exdiplomático integró un equipo de seis tripulantes elegidos para esta nueva misión, entre los que también se encuentran la educadora estadounidense Aymette Medina Jorge, la doctora y exploradora Gretchen Green, el empresario Jesse Williams, el ejecutivo aeroespacial Mark Rocket y el emprendedor Paul Jeris.
El New Shepard NS-32 es un cohete totalmente reutilizable, diseñado para transportar pasajeros al borde del espacio en un vuelo de aproximadamente 11 minutos, alcanzando una altitud superior a los 100 kilómetros, lo que marca la línea de Kármán, considerada el límite del espacio exterior.