El enviado especial para América Latina del expresidente Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, dejará su cargo este mes para reincorporarse al sector privado, según informó la agencia Bloomberg.
Sin embargo, su salida también estaría motivada por fuertes diferencias con el secretario de Estado, el republicano Marco Rubio, actual figura de peso en el diseño de la política exterior de Trump, de acuerdo con el medio La Política Online.
Claver-Carone, abogado cubanoamericano y exdirector del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), volverá a codirigir el Fondo LARA, una firma de capital privado con sede en Miami.
Según Bloomberg, la decisión oficial responde a una limitación legal que impide a los empleados especiales del gobierno ejercer más de 130 días sin la confirmación del Senado.
Durante la primera administración de Trump (2017–2021), Claver-Carone se desempeñó como director denior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
Tras su nombramiento, Trump elogió su conocimiento regional: “Durante los últimos cuatro años, el caos y la anarquía han invadido nuestras fronteras. Es hora de restablecer el orden en nuestro hemisferio. Mauricio conoce la región y sabe cómo priorizar los intereses de Estados Unidos”, escribió en su momento.

No obstante, su estilo habría generado roces con Rubio, figura clave en la articulación de la política hacia América Latina. Según La Política Online, Claver-Carone habría chocado con Rubio por diferencias estratégicas y de enfoque, especialmente en torno a la relación con algunos gobiernos conservadores de la región.
En febrero pasado, durante una entrevista con la revista Politico, que se centró en el manejo del gobierno de Donald Trump hacia el hemisferio occidental, Claver-Carone insistió en que Panamá había violado el acuerdo de neutralidad del Canal de Panamá porque toda la infraestructura había sido penetrada por entidades chinas.
Además, afirmó que el canal se estaba volviendo obsoleto debido a la “ineficiencia” de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) en su mantenimiento y aseguró que los panameños habían pedido ayuda al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos para hacerlo eficiente, pero que querían cobrar por ello.
Claver-Carone fue el primer estadounidense en presidir el BID, cargo que asumió en 2020 impulsado por Trump. Su mandato terminó abruptamente en 2022 tras una investigación interna que reveló una supuesta relación sentimental con una empleada y la presunta concesión de beneficios económicos a la misma.
Aunque negó las acusaciones, la Asamblea de Gobernadores del BID resolvió su destitución por violaciones al código ético de la institución.