La Policía española ha detenido a 27 personas que supuestamente formaban parte de una estructura de la violenta mara salvadoreña Salvatrucha MS13, que quería establecerse y expandirse en España, donde sus miembros ya trataban de comprar armas y habían aceptado asesinar a una persona.
Según informó este miércoles la Policía, la operación Astas, desarrollada por la Comisaría General de Información, se desarrolló el pasado 27 de marzo de forma simultánea en varias provincias con arrestos en Madrid (18), Barcelona (7), Tarragona (1) y Alicante (1), acusados de delitos de pertenencia a organización criminal, homicidio, lesiones, robo con violencia y contra la salud pública.
Siete de los detenidos ingresaron en prisión por orden del juzgado de instrucción número 3 de Madrid, en tanto que otros dos fueron arrestados en las cárceles de Soto del Real (Madrid ) y Brians (Barcelona) donde se encontraban en prisión preventiva acusados de asesinato y tentativa de homicidio.
Vicente Martínez, comisario, y Marcos López, inspector jefe en la Comisaría General de Información, dieron cuenta en rueda de prensa en Madrid de esta operación, de la que no se desarrollaba ninguna de este nivel desde hace once años en España, en la que trabajaron más de 200 efectivos y cuyas pesquisas arrancaron hace casi dos años.
Con dos “cliclas”, denominación de los grupúsculos de esta organización violenta, en Madrid y Barcelona, aunque con conexiones en otras provincias y algunos países europeos, los responsables policiales destacaron que la actuación policial ha tenido como objetivo “evitar” que la estructura mara Salvatrucha MS13 adquiriese más poder.
“La mara Salvatrucha es un fenómeno muy violento, desestabilizador de la seguridad nacional. Si se deja estructurar y organizarse, es muy difícil atacarlos”, advirtió el comisario, antes de reiterar que la intención de adquirir armas de fuego y de planificar un asesinato por encargo de otro delincuente ajeno a esta organización precipitó la actuación policial.
La operación contó con la colaboración del FBI de Estados Unidos y de la Policía Nacional Civil de El Salvador, países que consideran a esta mara como una organización terrorista.