El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Roni Kaplan, declaró ante un centenar de periodistas de América Latina que la operación militar contra objetivos nucleares de Irán no ha terminado.
Al cumplirse este lunes el undécimo día de acciones militares contra Irán, Kaplan advirtió que su país continuará “degradando el programa nuclear iraní, atacando más laboratorios, más investigadores, más facilidades o sitios o este tipo de plantas”.
Israel –dijo el capitán Kaplan– está concentrado en golpear y destruir el arsenal de misiles balísticos iraníes, así como eliminar su capacidad para producirlos”. La destrucción de los misiles balísticos busca impedir que Irán tenga este tipo de armas, necesarias para transportar ojivas nucleares con alcance hasta el territorio israelí, así como a países de Europa y otros objetivos militares de Occidente.
Kaplan insistió en que la operación que desarrolla las FDI contra objetivos del programa nuclear iraní es de “carácter preventivo, es una acción de autodefensa”, ya que las amenazas de Irán de destruir Israel son “concretas, inmediatas e inminentes… La posesión iraní de armas nucleares no cambiaría las reglas del juego, sino que terminaría con el juego”, aseguró el militar.
“El régimen iraní no perdió nunca la oportunidad de dejar clara su intención de destruir Israel. Lo hizo mediante declaraciones abiertas y también mediante acciones militares directas. Eso no lo ocultan ellos. Israel es su primer objetivo, y también Occidente y Estados Unidos”, insistió el portavoz oficial de las FDI, por lo que, durante años, en Israel se tomaron medidas para evitar que Irán obtuviese armas nucleares.

Pero la situación llegó a un punto crítico, aseguró Kaplan. A pesar de las advertencias de Israel sobre el programa nuclear de su enemigo, Irán continuó con su programa nuclear.
Israel –dijo Kaplan– le dio la oportunidad al mundo “de encontrar una solución diplomática, que siempre es mejor, pero llegamos a un punto sin retorno”, refiriéndose al hecho de que recientemente organizaciones, como el Organismo Internacional de Energía Atómica, confirmaron que Irán tiene o tenía en su poder uranio enriquecido, y que, según el ejército israelí, suficiente para producir entre diez y quince bombas nucleares.
Pero esa capacidad para producir bombas nucleares habría sido afectada con el ataque aéreo de Estados Unidos de este fin de semana, ejecutado por bombarderos sigilosos B-2, que lanzaron poderosos proyectiles antibunkers –capaces de penetrar hasta 60 metros la superficie terrestre– y que habrían afectado instalaciones del programa nuclear iraní en las localidades de Fordow, Natanz, Isfahán, aunque aún se desconoce a ciencia cierta los resultados del ataque.
El portavoz militar calificó de logros de las FDI la eliminación de altos mandos de la Guardia Revolucionaria Islámica –encargada de proteger el sistema político de la república islámica–, así como figuras militares de alto rango, entre ellos, más de 30 altos rangos y sus respectivos reemplazos; daños a los mecanismos de financiamiento y apoyo de todo tipo y el desmantelamiento de las capacidades nucleares iraníes e instalaciones militares.
La operación militar israelí también alcanzó a altos comandantes iraníes que servían como conexiones vitales con organizaciones terroristas en Medio Oriente, como el comandante del cuerpo palestino de las fuerzas Kutz, coordinador clave entre el régimen iraní y Hamás y uno de los principales artífices y de los pocos iraníes que sabían de antemano de la masacre del 7 de octubre de 2023.
También alcanzaron al comandante de la unidad de transferencia de armas de las fuerzas de la Guardia Revolucionaria a sus aliados en Medio Oriente. “Fue eliminado en un ataque preciso de nuestras fuerzas, al oeste de Irán”, subrayó Kaplan.
“La amenaza del régimen iraní que estamos enfrentando es triple –describió el militar–: armas nucleares, misiles balísticos y una coalición liderada por Irán, que nos comenzó a atacar el 7 de octubre [de 2023,] por parte del tentáculo llamado Hamas”, que ese día causó la muerte de más de mil 200 personas y el secuestro de otras 250, muchas de ellas muertas en cautiverio.
Por ahora, la operación militar israelí ha destruido total o parcialmente múltiples plataformas de lanzamiento de misiles balísticos; sus sitios o fábricas de producción y misiles propiamente dichos, depositados o almacenados en silos o búnkers subterráneos protegidos con blindaje. Según Kaplan, más del 50% de su arsenal de misiles balísticos ha sido neutralizado. “Repito, más del 50%”.
Pero no todo ha sido lo exitoso que Israel habría planificado. Las FDI reconocen que, hasta el día de hoy, lunes 23 de junio, Irán ha lanzado más de 500 misiles balísticos y más de mil drones –la mayoría de estos interceptados antes de hacerse estallar– causando daños en residencias y zonas pobladas de Israel, y donde han muerto unas 25 personas y más de mil 300 han resultada heridas.
El intercambio entre los dos países suma, por ahora, cerca de 500 muertos y casi 3 mil heridos en ambos lados del conflicto.
Kaplan admitió que los sistemas antimisiles de Israel no son infalibles, pero tampoco han fallado. Y aunque son varios los sistemas antiaéreos de Israel –incluso uno manejado por fuerzas militares de Estados Unidos–, al menos 50 han alcanzado objetivos civiles y militares.
El Ejército israelí pretende ahora seguir atacando más objetivos militares iraníes, principalmente, en donde están emplazadas las plataformas de lanzamiento de los misiles balísticos; los sitios de interés del programa nuclear, como los que albergan las centrifugadoras de uranio, necesarias para enriquecer el metal pesado, hasta llegar a poco más de un 90% para la fabricación de bombas nucleares. Incluso están atacando las vías de acceso a las plantas nucleares, a fin de evitar que los Cuerpo de la Guardia Revolucionaria tengan acceso a éstas.
Se desconoce cuánto tiempo más se mantendrá esta ofensiva por parte de Israel, aunque Kaplan dejó claro que las FDI continuarán su campaña contra centros de investigación, científicos clave que apoyan el programa militar iraní y otros sistemas y componentes de su programa nuclear.
“No vamos a permitirle al régimen más peligroso del planeta tener las armas más peligrosas del mundo, como son las armas de destrucción masiva, las armas nucleares”, concluyó Kaplan.