Ya los chinos nos calificaron de caer en un “servilismo sin agallas”, entendiéndose por esto que nuestros gobernantes prefieren la cobardía y el entreguismo antes que luchar por la integridad soberana de Panamá. Ojalá que nuestro estamento gubernamental imite a La Roja, que eliminó al “Team USA” sin dar cuartel ni muestras de entreguismo. Tenía su norte bien señalado: prohibido rendirse, había que ganar, y lo lograron, obteniendo así una gran victoria para todo el pueblo panameño. ¡Primera buena noticia en mucho tiempo!
La embajadora de China nos tendió públicamente un “puente” al expresar “Caminar junto con China es caminar junto con las oportunidades”, diametralmente opuesto a lo que dijo el Mero Micho: “no necesito compañeros de viaje, de ninguna índole, en este caminar”. Entonces, ¿será que nuestros obtusos gobernantes no entienden bien el mensaje de que Panamá sí necesita de un país amigo que lo acompañe? De seguro esto no lo mencionarían en las conferencias de los jueves, donde lo más importante es lo que no dicen y nos tocará enterarnos por los medios internacionales.
Regresando al tema de la venta de las acciones de PPC por parte de Hutchison, el jefe ejecutivo de Hong Kong ha declarado que esta transacción “merece seria atención”, además de la presión del Partido Comunista Chino, que tampoco avaló esa venta. Según publicaciones en medios internacionales, “las empresas chinas a menudo deben obtener el permiso del Ministerio de Comercio, la Administración Estatal de Divisas y otros organismos reguladores para vender sus activos o sacar dinero de China continental”, lo que aparentemente indica que el futuro de esta transacción permanece en el limbo.
Dicho esto, pareciera que “ni el médico chino” va a salvar al potentado Li Ka-shing, cuyo patrimonio personal, según dicen, equivale varias veces a la deuda externa panameña. Ese no es un “asilado cualquiera”, pero, a todas luces, parece que le van a dar una “pelonera” por su servilismo hacia Estados Unidos y su posible traición a los intereses chinos.
Si en Oriente le vetan la transacción de PPC a Hutchison, y por nuestro lado se declara inconstitucional el contrato de PPC, además de que la auditoría arroje certezas de que nos han estado “congueando” por muchos años, entonces Panamá podría “secuestrar” todos los bienes de PPC en concepto de daños y perjuicios pasados.
Imaginemos este escenario tan bonito, pero no tan alejado de la realidad: nos quedamos con todo y, gracias a las autoridades orientales, Hutchison queda desmantelada y ni se le ocurriría demandarnos por nada, pues tendríamos el respaldo de quienes nos tienden la mano.
Si el escenario mencionado anteriormente, o algo similar, se materializa, por más mentiras que digan, quedaría probado que el canal es de Panamá y que no hay empresas chinas en su operación. El siguiente paso para Panamá sería concesionar la operación de los puertos de Cristóbal y Balboa mediante una licitación pública internacional, donde se adjudicarían separadamente a empresas con trayectoria en operaciones portuarias en múltiples países. ¡Soñar no cuesta nada!
Para que todos los sueños se cumplan, necesitaríamos un equipo gubernamental serio, que deje de politiquear y piense en Panamá, no en sus propios bolsillos. Nuevamente cito a Mark Twain, quien dijo: “La política es la única profesión en la que se puede mentir, engañar y robar, y aún ser respetado”. A nuestros políticos criollos no se les respeta, pero sí se aplica lo de mentir, engañar y robar. Nos toca despertar, ya que cada día que pasa nos enteramos de acuerdos secretos realizados por un gobierno sin tácticas ni estrategias claras para enfrentar las amenazas extranjeras contra nuestra soberanía, además de tener un gobierno paralelo con gran influencia en el diario vivir.
Ahora, dejemos de soñar y veamos otra realidad: el desquiciado se despotricaría aún más de lo habitual porque sus caprichos no se cumplieron por la interferencia oriental en la transacción con Hutchison. Entonces, vociferará a todo pulmón sus amenazas de invasión, y la triste realidad es que no necesita ninguna excusa para invadirnos. No sabemos si esos 200 militares acantonados en Darién son realmente 200 o 2.000, sumados a los que supuestamente vienen a entrenar a la Policía, SPI, SENAN y Senafront, pero eso no lo dirían los jueves.
Toca rezar para que la transparencia ilumine nuestros caminos y que aquel dicho de “lo que natura no da, Salamanca no lo presta” le sirva al “Mero Micho” para dejar la politiquería a un lado, romper el cogobierno que mantiene y reemplazar a la caterva de funcionarios que no aportan absolutamente nada a su gestión.
¡Alerta candelilla! ¿Será que ya nos invadieron y no nos lo han dicho, ni nos hemos dado cuenta? ¡Es hora de voltear la mirada hacia Oriente, donde nos tienden la mano!
El autor es ciudadano.