Nada más difícil que aprender en vida ajena, pero hoy voy a compartir con ustedes la historia real, aunque novelada, de un buen amigo, profesional exitoso, asalariado de nivel C-Suite, que un año atrás decidió, a sus 60 años, retirarse de la vida ejecutiva para dedicarse a disfrutar de su tiempo. Es decir, trabajar por horas en proyectos de consultoría, viajar por temporadas y gestionar desde un directorio una nueva empresa que comparte con otros dos socios, quienes la gestionan.
Este amigo, que llamaremos Lucas, afronta hoy el futuro con la confianza de quien en su momento tomó decisiones que implicaron sacrificios, pero que seguro hoy le dan la oportunidad de tener un patrimonio que lo respalda en su capacidad degenerar ingresos.
Y no sé si esto comenzó con esta anécdota, pero recuerdo bien cuando en marzo de 2012 Lucas me pidió que lo acompañara a ver un auto deportivo, de esos que solo tienen tres números, pero están llenos de historia. Luego de la prueba de manejo por una zona rodeada de palmeras —de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos—, y un precio en ese momento de $111,000, Lucas tenía que tomar una decisión.
Recuerdo que era época del pago de bonos, y muy probablemente Lucas había recibido uno sustancioso, lo que, unido a la venta de su auto, un fiel auto japonés de unos pocos años, le permitía comprarse el deportivo sin endeudarse. Echando el cuento corto, no lo compró, a pesar de que el rugido del motor se quedó en nuestros oídos.
Hace unos días, cuando me contaba cómo le iban sus nuevos proyectos, le pregunté a Lucas si ahora compraba el auto de los tres números. Me comentó: “La tentación fue grande y la he tenido varias veces cada uno de estos últimos años, pero te cuento que cambié en esa oportunidad los tres números por tres letras: SPY, y creo que tomé la decisión correcta. La posibilidad que tengo hoy de poder elegir no tiene precio”.
Como soy curioso, le pedí a ChatGPT que me contara cuál fue el precio del ETF de la bolsa americana SPY en marzo de 2012, y me comentó que el máximo de ese mes fue de 140.81 dólares. Este ETF cerró el viernes 20 de junio de 2025 en594.28 dólares. Haciendo algunos cálculos de servilleta, los 100,000 dólares de Lucas invertidos en el SPY hoy son 422,043 dólares. Y si cada año de estos últimos 13 años siguió invirtiendo sus ahorros anuales en vez de gastarlos, saquen sus cuentas del valor de cada decisión. Cada uno elige.
El autor es experto en banca, finanzas e inversiones.