La nueva administración del Ministerio de Educación (Meduca), a cargo de la ministra Lucy Molinar, puso en marcha la iniciativa Escuela para Padres con el propósito de fomentar la conciencia y valores en los hogares y fortalecer el vínculo familiar como elementos fundamentales de la educación.
La medida tiene como componente una serie de talleres en el ámbito nacional, en colegios particulares y públicos, enfocados en generar valores en el hogar, fortalecer el vínculo entre padres e hijos, así como la comunicación entre asistentes y docentes como los principales elementos de la comunidad educativa.
Este programa forma parte de los requisitos para obtener la asistencia social educativa (PASE-U), conocido como la Beca Universal. En consecuencia, el Consejo de Gabinete determinó la autorización para presentar ante la Asamblea Nacional el proyecto de ley 23-24, que modifica este programa, con el propósito de incrementar la fiscalización del uso que se le brinda a este beneficio.
Durante estos talleres, los participantes tendrán la oportunidad de adquirir estrategias que permitan abarcar las distintas situaciones dentro del proceso de formación de los estudiantes; el bullying en las escuelas; la disciplina positiva; el trastorno por déficit de hiperactividad; el manejo del estrés y la generación de emociones en los niños; las dificultades de aprendizaje y la convivencia familiar.
Teniendo todos estos elementos como base, cabe destacar una serie de factores que contribuyen al rendimiento de los estudiantes en su proceso educativo.
Los niños comienzan a adquirir destrezas y desarrollarse en el entorno de su hogar y familia desde su nacimiento. En esta etapa los progenitores enseñan a sus hijos en primer lugar, fomentando el entorno inicial con el fin de construir los fundamentos del aprendizaje futuro. El afecto y el respaldo emocional que reciben en casa, así como la comunicación, influyen en su disposición para lograr (obtener) conocimientos y enfrentar los desafíos académicos.
La escuela se convierte en otra aportación a destacar en el desarrollo de los niños, pues representa un entorno fundamental para su progreso. Se encuentra en este lugar donde se adquieren habilidades académicas y sociales, y sobre todo experiencias de vida que contribuyan a una formación integral.
Debemos tener en cuenta que la familia y la escuela establecen un espacio de importancia, siendo un vehículo que encamine a los estudiantes por experiencias exitosas. Estos resultados van a depender de los objetivos académicos que se hayan formulado y de sólidos programas
Dado que los estudiantes progresan en su formación y se preparan para enfrentar los obstáculos en la sociedad del conocimiento, la colaboración entre la familia y la escuela se vuelve aún más relevante.
Los padres y maestros pueden colaborar de manera conjunta con el fin de brindar a los estudiantes las habilidades de resolución de problemas, pensamiento crítico y comunicación eficiente que serán fundamentales para su éxito futuro.
Esto tiene gran valor en aportar una adecuada orientación a los estudiantes en la exploración de opciones educativas y profesionales, orientándolos para adoptar decisiones acerca de su futuro.
La conexión entre la familia y la escuela es un elemento fundamental en el logro educativo de los estudiantes, en última instancia. Esta alianza fortalece los vínculos familiares, fomenta una cultura de aprendizaje e impulsa a los jóvenes a enfrentar los obstáculos del mundo en constante transformación.
Dado que padres y maestros colaboran de manera conjunta, pueden establecer un entorno en el que cada estudiante pueda alcanzar su máximo potencial y construir un futuro brillante. Cada uno llega al aula con sus potencialidades que han de ser descubiertas y fortalecidas para que se constituya en un valor de la sociedad.
Una escuela para padres enriquece y facilita la gestión educativa, al tiempo que potencia la labor de los principales protagonistas: padres, maestros y niños.
El autor es educador y promotor social.