La Asamblea Nacional se ha convertido en un verdadero monstruo devorador de dinero público. Entre 2010 y 2025, el gasto en asesores se disparó de $1.9 millones a $15.6 millones, sin que este aumento aporte resultados claros ni mejore los servicios a la ciudadanía. Mientras tanto, instituciones de salud y educación sufren recortes que limitan recursos fundamentales para la población. Durante años, la nómina de asesores se transformó en un terreno de botellas y privilegios, con puestos ocupados por personas que no cumplen funciones reales. La ausencia de control y auditorías efectivas ha propiciado duplicidad de cargos y un gasto desproporcionado. Con una deuda pública que supera los $57 mil millones, el país no puede permitirse este despilfarro. Resulta urgente depurar la planilla, establecer controles estrictos y asegurar que el gasto en asesores se traduzca en eficiencia y en un servicio tangible para los ciudadanos.
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Hoy por hoy: Despilfarro en asesores de la Asamblea
18 oct 2025 - 05:00 AM