El contralor general ha levantado una alerta grave: en la Universidad de Panamá operan clanes familiares que controlan cargos y recursos. La denuncia, lejos de ser anecdótica, pone en entredicho la integridad de una institución que debería ser ejemplo de pensamiento crítico, excelencia y ética pública. Con más de $300 millones anuales del presupuesto nacional, lo que ocurre allí nos concierne a todos. El nepotismo, el desvío de funciones y el uso indebido del cargo no son simples irregularidades: son síntomas de un deterioro institucional que se repite en otras universidades estatales. Lo que se denuncia hoy en la Universidad de Panamá tiene ecos en la Unachi y Udelas, donde se han normalizado redes de favores y lealtades personales por encima del mérito. Esta traición al legado de Octavio Méndez Pereira exige una reacción firme. La comunidad universitaria y la sociedad deben exigir una transformación profunda. Si la universidad nacional no lidera con el ejemplo, pierde autoridad moral para formar a los líderes del mañana.
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Hoy por hoy: Universidad de Panamá: ¿Guía ética o refugio de clanes?
13 jun 2025 - 05:00 AM