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Matraqueos en todo su apogeo

Acabamos de presenciar dos matraqueos en países distintos, con resultados diametralmente opuestos. El desquiciado aplicó todo lo imaginable para lograr que, primero los senadores y luego los congresistas, aprobaran su ley con reformas tributarias y recortes de gastos, que añadiría tres billones de dólares al déficit actual y sacrificaría a millones de personas, eliminando beneficios y derechos adquiridos anteriormente. También se aumentó el tope del déficit a la bicoca de 50 billones de dólares. Qué rico es ponerle turbo a la impresora de billetes sin respaldo alguno, bajo el lema de “En Dios Confiamos”.

Regresando a nuestro matraqueo local, vemos a la tribu del Mero Micho —compuesta por el contralor, ministros y otros secuaces— afirmar al unísono que no hubo tal cosa, cuando la percepción pública es que descaradamente sí la hubo. Siguen utilizando el mismo guion que emplearon para “defender” el Memorándum de Entendimiento, repitiendo que no hay bases militares gringas dentro del área canalera, sino lugares de esparcimiento de larga estancia para las fuerzas armadas estadounidenses. Cada vez es más palpable la falta de credibilidad que sale de esas lenguas bífidas, y cuando se pensaba que había funcionarios comprometidos con el adecentamiento gubernamental, tremenda desilusión nos hemos llevado.

El resultado local fue una tremenda “pelonera” para los matraqueadores, porque se les volteó la tortilla y quedaron como grandes perdedores al no conseguir los votos necesarios para que sus allegados tomaran la presidencia de la Asamblea y continuaran con “más de lo mismo”. Por ahora, debemos alegrarnos: se dio un duro golpe al Cartel de las Sanguijuelas y a su capo en el exilio.

¿Qué pasó con M&M? Aclaremos que no son los confites coloridos. Llama la atención que se ha descubierto mucho teatro entre estos dos personajes durante el supuesto mandato presidencial compartido. Da pena haber visto al Mero Micho “matraquear” —perdón, conversar— por los pasillos, tratando de conseguir los votos para que la abogada del delincuente extraditado tomara las riendas del cuerpo legislativo. Les salió el tiro por la culata, y ahora han quedado como gallinas a las que les retorcieron el pescuezo.

El presidente quedó desenmascarado, en vivo y a todo color, al intentar imponernos una de las sanguijuelas como presidenta de la Asamblea, para así fortalecer los cimientos de la sinvergüenzura por un año más. Su mensaje tras la derrota fue un chiste que no le gustó a nadie: dijo a voz viva que enviaba “un mensaje claro en esta nueva forma de gobernar”. Seguramente tuvo que cambiar su discurso original, porque no esperaban ese revés. Confiaban en que las presiones, dádivas y, claro, ese matraqueo que “nunca existió” —pero que todos vimos— les darían los frutos esperados de sus vagabunderías. El “arrastrómetro” lo llevó a su punto más bajo. Veremos con qué cara saldrá en la próxima conferencia de prensa de los jueves para hablarle a la nación. Es probable que venga con sus bravuconadas, porque la humildad no es precisamente uno de sus fuertes.

Las fuerzas del mal recibieron, por fin, el merecido castigo que les dieron las fuerzas del bien. La alianza opositora —gran ganadora de este ejercicio democrático—, aunque frágil, se mantuvo firme y no cedió a los embates del Cartel de las Sanguijuelas ni del Ejecutivo. Esto parece marcar un buen inicio. Al momento de escribir estas líneas, se desconocen las concesiones internas que permitieron alcanzar los votos mágicos, pero posiblemente lo sabremos al ver cómo se configuran las comisiones legislativas. Esta alianza multipartidista requerirá reparticiones equitativas.

Un verdadero logro sería desbancar al presidente tradicional de la Comisión de Presupuesto: el mentado benefactor de Bocas del Toro, que ha acumulado inmensas fortunas en detrimento del Estado, y cuyos negocios, curiosamente, no fueron saqueados durante los recientes actos vandálicos en esa provincia.

Hay que reconocer que este nuevo cartel —al cual deberemos buscarle un nombre adecuado— está compuesto por un grupo heterogéneo: incluye tanto a buenos por convicción como a tigres rayados y otros no muy honorables, que digamos. Como dice el dicho, esta alianza “está pegada con moco”. El multipartidismo quedó reflejado en la presidencia, vicepresidencia y segunda vicepresidencia de la Asamblea.

La primera impresión del nuevo presidente de la Asamblea, electo por la aglutinación de las fuerzas del bien, ha sido positiva, pero deberá confirmarla con sus actuaciones, al igual que los demás miembros de la llamada alianza opositora. Una de sus primeras pruebas será lograr la modificación del reglamento interno de la Asamblea. Esa será la señal del rumbo que tomarán. También tendrán que revisar varias leyes sensibles al bolsillo, entre ellas la que prohíbe la minería, así como cualquier nuevo contrato de explotación minera, si llegamos a esa discusión próximamente.

Nos toca a todos mantenernos vigilantes. Debemos exigir comportamientos que no lesionen nuestra soberanía, enmarcados dentro de la ética, la honorabilidad, la gallardía y la pasión por servir a la patria, y no para servirse de ella, como tristemente ha sido la experiencia del pasado.

El autor es ciudadano.


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