Exclusivo Suscriptores

Sábado picante: Mulino, encerrado en su laberinto de palabras

Sábado picante: Mulino, encerrado en su laberinto de palabras
José Mulino Presidente. Internet

Después de la rueda de prensa del jueves, parece que el presidente Mulino pretende que los ciudadanos aceptemos ciegamente lo que él dice sobre el Memorándum de Entendimiento suscrito por su ministro de Seguridad, Frank Ábrego, y el secretario de Defensa de EUA, Pete Hegseth. Este tipo de actitud es el que enardece las protestas que sufre el país desde hace semanas y que el Gobierno ha buscado minimizar, perdiendo precipitadamente su cada vez más escuálido capital político.

Según Mulino, “hay momentos y temas que se pueden permitir para política, incluso para politiquería”, pero la soberanía no es uno de ellos. En eso concuerdo con él y por eso mismo repudio su discurso descalificativo cuando dice que “si quieren hacer caso en función de toda la mentira que se ha esbozado en torno a estos acuerdos, ese es un problema de cada uno”. Llama mentirosos –sin excepción– a todos los que encuentran argumentos que ponen en duda su “última palabra”. Eso es pura arrogancia. Y para ser uno de los que luchó frontalmente contra la dictadura, parece que ahora la echa de menos.

Su narrativa sería digna si sus acciones confirmaran lo que defiende con aparente vehemencia. “Ese tipo de acuerdo –dijo Mulino el jueves– lo que hace es reforzar nuestra capacidad de lucha en temas de delitos internacionales, como narcotráfico, lavado de dinero, ciberterrorismo…”. Decirnos esto es un descaro. Solo semanas atrás, su gobierno le otorgó salvoconducto para abandonar el país a un lavador de dinero, condenado en juicio público. Justificar el Memorándum con esa tesis es de un cinismo desvergonzado, considerando además que, gracias a los votos del delincuente, le debe ¿su? Presidencia.

El Memorándum permitirá luchar contra “delitos internacionales”, dijo. ¿Pero qué hay con esos delitos locales? ¿Nos quiere decir que a los de afuera sí y a los de adentro no? ¿Por qué su flamante ministro de Seguridad no va a la Asamblea para que se apruebe el proyecto sobre la extinción de dominio, incluidos los delitos de corrupción? Sobre esto último, consideremos que, si el narcotráfico es un delito contra la salud colectiva, ¿que nos roben en cada obra o concesión que otorga el Gobierno no atenta contra el bien común? El discurso de Mulino es de doble moral si busca filtrar la criminalidad local.

Y de qué sirve “reforzar nuestra capacidad de lucha” contra estos delitos si, sabiendo lo que hizo, Mulino no tuvo reparos en aceptar ser el Martinelli condenado por lavado de activos, tal como su eslogan lo conjuró en la campaña electoral: “Martinelli es Mulino y Mulino es Martinelli”. ¿Se atreve a negar que no sabía que su mecenas era un lavador, si hasta sus hijos lo delataron en Estados Unidos para evitar que sus pellejos se pudrieran en una cárcel federal? El propio Mulino perteneció a un gobierno (2009-2014) que salió, no para ir a casa, sino para atender las infinitas citaciones de fiscalías anticorrupción por el gigantesco despojo del que fuimos víctimas durante la administración Martinelli. Su cinismo es tal, que algunos de ellos, a plena luz o desde las sombras, hoy gobiernan junto con él.

No nos diga que este Memorándum servirá para acabar con las manzanas podridas del mundo si localmente su gobierno se ha negado a perseguir a los responsables del otro gran mega despojo: el de la pasada Administración. Ni hablar de los casos pendientes, como Odebrecht o FCC, donde las pruebas del pillaje brillan más que el oro que nunca ocultaron: millones de dólares en inmuebles, cuentas bancarias y cuanto lujo compraron. Huelga recordarle que esos casos abarcaron otras jurisdicciones, lo que los convierte en delitos internacionales.

Este Memorándum quizás sea lo mejor que se pudo conseguir, considerando otros supuestos borradores que jamás conoceremos. Pero sigue estando lejos de respetar nuestra soberanía. Fuerzas militares norteamericanas ocuparán instalaciones que otrora fueron bases del Pentágono en los extremos del Canal de Panamá. Esa presencia fue impuesta, jamás solicitada por Panamá, y en vez de resistirse, el Gobierno de Mulino la aprobó sin que los panameños tuviéramos conciencia de los compromisos que se adquirirían… hasta después de su firma. Esos son los hechos irrefutables.

Así que, no pierda el tiempo tratando de justificar el Memorándum si con su insensatez insiste en tratar de convencernos con la ridiculez de sus argumentos, que no son más que palabras huecas, irrelevantes y hasta irrespetuosas.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Secretaria de Educación de Estados Unidos manda una carta a Harvard llena de faltas gramaticales. Leer más
  • Ifarhu hará primer pago del PASE-U 2025 por cheque a finales de mayo. Leer más
  • La AMP desconoce la ‘venta’ del puerto en Isla Margarita. Leer más
  • Hoteleros y operadores turísticos registran cancelación de viajes y cierre de establecimientos por las protestas. Leer más
  • Alma Cortés: firme la pena de cuatro años de prisión por peculado. Leer más
  • Tal Cual del 09 de mayo de 2025. Leer más
  • Embajador de EUA se reúne con un grupo de diputados y revoca invitación a otros. Leer más