OBSEQUIO. Hay muchas maneras de celebrar un cumpleaños y parece que conspirar es una de ellas. Hace dos semanas, en medio de la última pachanga en la embajada, el prófugo pidió como regalo que encarcelaran a su nuevo tormento: nada menos que al actual inquilino de Las Garzas. Casualmente, entre las denuncias que actualmente está analizando la Comisión de Credenciales de la Asamblea, hay cuatro presentadas contra José Raúl Mulino. Si desde su escondite se atreve a pedir algo así, imaginen todo lo que sería capaz de ordenar si quedara en libertad.
AUTOGOL. La semana pasada, luego del triunfo de la Selección en las semifinales de la Liga de Naciones de Concacaf, el Tribunal Electoral circuló una cédula de Panamá a nombre del exfutbolista francés Thierry Henry. ¿Acaso fabricar una cédula falsa no está tipificado como delito en el Código Penal?
GUARIDA. Aunque reconoce que han disminuido en “intensidad”, el canciller Javier Martínez Acha considera “inaceptable” que el fugitivo insista en opinar y hacer comentarios sobre la realidad política del país, desde su refugio en la embajada de Nicaragua. Pero no son solo sus expresiones verbales; es tanto o más grave que también haga fiestas, mitines políticos e incluso reuniones con exconvictos.
FESTEJO. El pasado sábado 22 de marzo se celebró el Día Mundial del Agua. Para conmemorar esta efeméride, ese mismo día el Idaan suspendió el suministro de agua para realizar trabajos en la planta potabilizadora Federico Guardia Corte. El Idaan explicó que la planta no había recibido el mantenimiento adecuado.
INSTANCIA. La magistrada María Eugenia López Arias será la ponente de la demanda de inconstitucionalidad presentada por el abogado Martín Jesús Molina contra la recién sancionada Ley 462, que introdujo reformas a la Caja de Seguro Social. No sería extraño que ahora los gremios magisteriales y sindicatos enfilen sus protestas hacia la Corte.
AVAL. Parece que Dana Castañeda sabía lo que finalmente sucedería cuando incluyó a los diputados suplentes en la planilla legislativa con el cargo de asistente técnico parlamentario. Dicen que, entre los “requisitos” para acceder a dicho cargo, Castañeda solicitó que cada suplente llevara una carta de consentimiento firmada por el diputado principal. Así que, a estas alturas, nadie podrá alegar que no sabía lo que estaba ocurriendo.